Un gato enamorado

Por Martiniano Acosta Acosta. Cuentos cortos de animales

Un gato enamorado es un cuento infantil corto de amor entre gatos del autor colombiano Martiniano Acosta. Cuentos cortos de gatos, perros y reatones para niños de todas las edades.

Un gato enamorado

─ «¡Ya son las ocho de la noche, voy a llegar tarde al café!» ─maulló bajito Gato López.

Se estiró y formó con su cuerpo un arco. Se asomó al cuarto y observó que el hombre, su amo, dormía placenteramente en el reino de los ronquidos.

─ «Goodbye my friend. A partir de hoy llorarás por mí» ─balbuceó (casi irónicamente) y arañó la puerta del cuarto, a manera de despedida definitiva.

Se puso la camiseta que decía: Day of the cats. Caminó felina y silenciosamente hacia la puerta principal en donde respiró el aire de libertad. Y saltó hacia la avenida en donde un taxi lo recogió para llevarlo al Café de los Gatos.

Media hora después, descendió rápido del auto y entró al café, en el Centro Histórico de la ciudad, buscando a su amigo Gato Pérez.

De pared a pared había un anuncio llamativo. Lo leyó mientras ajustaba su camiseta, alisaba sus bigotes y miraba la hora en el reloj: Día Internacional del Gato, en homenaje a Socks, el gatito que vivió con la familia Clinton en la Casa Blanca hasta 2001.

Luego, buscó a su amigo en medio de la manada de gatos.

Lo vio sentado próximo a una mesa mientras escuchaba y entonaba la canción de Rosario Flores, Mi Gato.

Sus verdes ojos fotografiaron el ambiente: los clientes gatunos bebían vino rojo, saboreaban atún con gelatina porque se sentían rechonchos como Garfield, pedían Gourmet a la Carte y Gato Pérez solo masticaba galletas, mezcla de miel y albahaca. No quiso de valeriana porque lo drogaba.

─ «Pensé que no asistirías a la cita o que te habías acobardado» ─comentó su amigo Pérez como recriminándole su tardanza; y, luego, se limpió con la lengua áspera las migajas de galletas en los bigotes.

─ «¿Yo, cobarde? Jamás. Estoy harto de ser domesticado. No aguanto más esa esclavitud» ─en los ojos verdes de Gato López se reflejaba el disgusto. Su discurso era intenso. ─ «Estoy cansado de que me llamen Minino y de vivir en los hombros de mi amo, eso me hace sentir inútil. Hasta se me ha olvidado cazar ratones.»

─ «Es decir, abandonas la comodidad y te entregas a vivir penosamente en la calle.»

─ «Pero soy libre» ─expresó la frase con contundencia─, «además, vengo a buscar a mi roedora del alma. A esa jovencita que adoro tanto como a los lácteos.»

─ «¿Renuncias a todos esos bienestares?»

─ «Sí» ─aseveró─ «no más arena ni collares, camas, mantas… ni caricias, ni leche… ni mi Minino…»

Salieron del café y, en la esquina del Palacio de Justicia, docenas de gatos y perros les dieron la bienvenida. Gato Pérez lo acompañó hasta la Avenida de la Alcantarilla, Estación Tres, lugar en el que se encontraría con Ratonela Vélez.

Dos especies irreconciliables, que ni miraban, pero, hoy, se daban el beso del «Amor Eterno» y, con ello, se modernizaban, o sea, entraban a la civilización felina.

─ «Bueno… amigos», ─interrumpió Gato Pérez─ «estamos viendo cosas que antes no se daban (gatos, perros y ratones, conviviendo felizmente, ya no son enemigos), lo que demuestra definitivamente que el mundo es una rueda que arrastra cambios en cada vuelta.»

Fin.

Abril 5 de 2019.
Santa Marta, cerca del mar.

Un gato enamorado es un cuento infantil que nos envió su autor, el escritor Martiniano Acosta para publicar en nuestro sitio.

Sobre Martiniano Acosta Acosta

Nacido en Baranoa, Atlántico. Residenciado en Santa Marta por más de treinta años. Martiniano es Licenciado en Filología e Idiomas de la Universidad del Atlántico, Especialista en Metodología del Español y la Literatura en convenio con la Universidad de Pamplona y Universidad del Magdalena.

Directivo docente del Instituto de Educación Distrital Hugo J. Bermúdez. Máster en Creación literaria de la Universidad de Internacional de Valencia, España. Actualmente es docente catedrático de la Universidad del Magdalena en Competencia Comunicativa.