Saltar al contenido

Cuento infantil sobre sapos sugerido para adolescentes, jóvenes y adultos.

En aquel mes de marzo el verano se encontraba en su plenitud y las temperaturas eran bastantes elevadas tanto por la época como por las condiciones propias de la región de los llanos orientales. Adelantaba unos trabajos a campo abierto, lo que aumentaba los efectos del clima sobre mi humanidad. Esto me producía cierto sopor luego de tomar el almuerzo, por lo cual buscaba un lugar en el bosque donde poder hacer una pequeña siesta bajo la sombra de los árboles para recobrar energías y continuar la jornada en horas de la tarde. El sueño me dominaba………

…….Al abrir los ojos observé a poca distancia de mi cara un enorme sapo nativo de la región, el cual me miraba fijamente sin mover ni siquiera los ojos. En ese instante sentí temor por lo que me pudiera pasar ante un ataque de este gran animal, ya que por lo cerca que se encontraba no me daba tiempo de realizar alguna acción para defenderme…..Pensé el gran error que había cometido al exponerme de esa manera acostándome en aquellos bosques llenos de bichos raros y quizás peligrosos, yo que me creía una persona precavida y cuidadosa,. …..Al atacarme el animal lo haría directamente sobre mi cara por ser la parte más próxima, esto me ocasionaría una desfiguración por la mordedura como también seguramente la infección que me produciría, dejándome una horrible huella…… …….En aquel momento me arrepentí de haberme expuesto de esa forma, y me prometí a mí mismo que de salir bien librado no volvería a tomar descansos en esos lugares sin prevención alguna….

…… Pero debía hacer algo para sortear este peligro. . …¿ Qué hacer?, …el animal estaba muy cerca y no me perdía de vista, me observaba fijamente, de esa forma no podría tomarlo por sorpresa. Lo miré fijamente, gire mis ojos de derecha a izquierda y de arriba a abajo, lo que confirmó mi sospecha: seguía mis movimientos sin espabilar, y peor aún, se pasaba su lengua por los labios como saboreándose ante la presa que tenía al alcance, sus pensamientos no eran nada amistosos, esperaba el momento oportuno para lanzar su ataque…….

……..De pronto recordé que en una oportunidad había leído acerca de la comunicación con los animales, la cual se haría a través de la transmisión del pensamiento, según decía el volante que alguna vez recogí y que ofrecía un curso de comunicación telepática, que de haberlo tomado seguramente pondría en práctica ahora, ….¡ cómo me arrepiento ¡…… Sin embargo, no perdía nada con intentarlo, en todo caso como ser humano poseía una mente superior a la de aquel animal…… aprovechando que no apartaba sus ojos de los míos empecé a enviarle pensamientos, buscando persuadirlo para que no me hiciera daño……..- ¡ Sapito, sapito no soy malo, por favor no me haga nada..! ¡ sapito, sapito no soy malo , por favor no me haga nada….! Repetí mentalmente mi mensaje una y otra vez, procurando hacerlo de una manera convincente y cada vez con más energía para que llegara al cerebro del animal.

No observé resultado alguno………..su mirada siguió fija en mis ojos……¡Sapito, sapito………insistí en mi comunicación , pero no hubo reacción en el animal……….de pronto, el soltó una gran carcajada y dando grandes saltos se alejó…………..……¡ Ring…..ring…ring….ring.. . ring ….!

………….! Otra vez llegaré tarde al trabajo ¡

Fin

Cuento infantil sobre sapos sugerido para adolescentes, jóvenes y adultos.

5/5 - (1 voto)

Por favor, ¡Comparte!



Por favor, deja algunos comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Recibe nuevo contenido en tu E-mail

Ingrese su dirección de correo electrónico para recibir nuestro nuevo contenido en su casilla de e-mail.



Descubre más desde EnCuentos

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo