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¿Por cuánto tiempo más te voy a amar?

Dedicado a Lauri Rodríguez García, el ángel de mis sueños…

El: Yo estaba bien estando solo, antes era tan natural para mí, estar con alguien más jamás pasó por mi mente, después de pasar tanto tiempo juntos, aprendí muchas cosas de ella y experimentamos muchas cosas juntos.

Empezó a parecer que los días que estuve solo eran una mentira.

Ella: Esa vez, en ese lugar, desde que miré su espalda, no he dejado de pensar en él, siempre he estado sola, tengo mucho que dar, pero no sé por dónde, o ¿con quién comenzar?

El: Yo solo sirvo para golpear y romper, toda mi vida ha sido así, no soy más que un pobre cavernícola, quisiera buscar una razón para usar estos puños, quisiera usarlos para proteger a alguien, quisiera tanto ser feliz… Toda mi vida he estado solo no he tenido más que la compañía que de mi fuerza.
Ella: Fue en ese instante, en ese instante que se hacía eterno, en que decidí que siempre estaría a su lado, yo solamente quiero que sepas que gracias a ti soy feliz Elvis…

Perdón por cada instante en que te lastime sin darme cuenta, cuando te conocí supe que me gustaría estar toda mi vida contigo…

Los Dos: Hoy tres de Septiembre he conocido a una persona, es una misteriosa persona, no sé porque, pero por alguna razón cuando le veo no puedo dejar de sonreír, sé que sonara tonto, pero creo que me he enamorado, si, definitivamente me he enamorado de esa persona, sé que es algo torpe y tonto, pero es amor, ¿quizás un amor no correspondido?

Ha nacido un niño prodigio, se convertirá en un genio, será la esperanza del país, cosas así eran las que todos los adultos que me rodeaban siempre decían de mí.

Nunca conocí a mi padre, lo único que sé dé él es lo que mi madre me dijo; él era un hombre muy importante, era admirado y querido por muchas personas, que el saliera en los diarios o noticias era muy normal, cuando mi madre me conto estas cosas de él, yo pensaba que él debía ser una especia de superhéroe, y era yo el heredero de sus súper poderes, así que un día cuando crezca me convertiría en superhéroe.

Poco después supe que el en realidad, en vez de ser un superhéroe era un villano, era obvio que yo también un día sería un villano, mi padre tenía otra familia, conoció a mi madre en un viaje de negocios, apenas él supo que ella me esperaba, le dijo que si me tenía jamás volvería a verlo, y que el hijo que ella esperaba seria cualquier cosa menos de él.

Nunca entenderé como mi madre, podía expresarse tan bien de un ser que le hizo tanto daño, ella siempre decía que odiarlo sería como odiarme a mí, ella se hizo cargo de mi sola, trabajaba todos los días en un restaurante del centro, a pesar de lo agitado de su trabajo siempre se daba tiempo para mí.

Yo por mi parte, por alguna razón pensaba más rápido que los demás niños, en mi mente calculaba todas las probabilidades existentes, por esa sola razón, todos me decían genio, no hacia más que escuchar elogios de los profesores, en poco tiempo me convertí en objeto de estudio, el nacimiento de los genios era raro, todos decían que un día haría algo por la vida, pero en realidad yo, yo, solo quería ser feliz.

Amigos, emociones, sentimientos, amor, los alejé de mí, tenía que hacer lo que sea para sobresalir del resto de los demás niños, siempre menospreciaba a las demás personas, camino a casa solía reírme de ellas, en los exámenes que nos tomaban siempre sobresalí y provoqué la ira de muchos niños de grados superiores, de los que antes que yo llegara eran objeto de veneración, no existía profesor que no me hiciera caso, y si alguien me molestaba o se burlaba de mí, inmediatamente era mandado a la oficina del director, siempre pensé que esto debía ser una especie de súper poder, después de todo no hay que olvidar que los heredé de un villano, yo sabía que podía ser mejor que él pero nunca lo quise aceptar, nunca quise aceptar al tipo de persona que yo era en realidad, así que me hice un disfraz y una máscara.

Un día llegó una misteriosa chica a la clase, era más pequeña que las demás niñas, tenía el cabello castaño rizado, unos ojos que por alguna razón me hipnotizaban, ella era de una buena familia, su padre era un industrial de un país lejano, era preciosa, lista, con un buen corazón, ella había sido bendecida por Dios en todos los sentidos, yo dentro de mí me enfurecía, me decía como alguien puede tenerlo todo mientras que yo me esfuerzo todos los días por sobrevivir.

Pero, no, no la odiaba, ella me interesaba, pero no debía hacer caso a eso, ya que yo tenía una meta, estudiar y ser becado en el colegio secundario más prestigioso de mi país, así mi madre no tendría que esforzarse tanto. Todos querían conocer a la nueva de la clase, pero por alguna razón no se atrevían a mirarle, a algunos les daba miedo saber quién era, a otros la envidia los lleno, así que decidieron ignorarla, ella por su parte en poco tiempo se apegó a mí, algunos la evitaban otros le daban un trato preferencial, el único que podía tratarle como un igual era yo.

Para mis todos eran iguales, ninguno solo me importaba, esa palabra amigos no existía en mi concepto.

Yo siempre era el escogido para ayudar a los profesores, a revisar textos, hacer cronogramas, a hacer fichas, a ordenar a mis demás compañeros, así que siempre me quedaba hasta muy tarde en la escuela, y ella solía quedarse conmigo.

¿Viste la película de anoche? ¿Quisieras ir a comer helado de chocolate? ¿Vamos a jugar a mi casa? … Ella hacia muchas preguntas y siempre que yo le decía no a todo, ella buscaba una forma de sacarme de mí mismo.

¿Te gusto? Ahhhhh no… (Mentira) era claro que ella me interesaba mucho, pero ya era tarde para mí.

Para mí nadie valía la pena, y yo trataba mal a las demás personas, por esa razón nunca le importé a nadie, menos hubo alguien que se interesada en mí, pero… esa chica solitaria fue la único que se acercó a mí.

Ella era de una familia muy influyente, vivía en una enorme mansión afueras de la ciudad, que no daría yo por tener una casa así de grande, ella vino a vivir a esta ciudad para pasar un tiempo con sus abuelos, según me dijo; si ellos sabían de un problema inmediatamente la cambiarían de colegio y tendría que regresar a su país.

Yo solía ser amenazado y hasta perseguido por muchos niños, me acusaban de haber hecho trampa en los exámenes, habían cinco niños que me hacían la vida imposible, ellos antes de que yo llegara eran los estudiantes más destacados de la escuela.

Siempre que me querían hacer algo, solía decirles, imaginen que venga un profesor ahora, que vea esta escena, ¿Qué haría? Y si ¿me pasara algo? Así que ellos tenían que quedarse maldiciéndome y diciéndome todo tipo de insultos, jajaja para mi esta era una habilidad única, ser listo si tenía que ser una bendición, después de todo la vida no podía ser tan mala conmigo.

Después de haber dejado en ridículo a esos niños, sabía que ellos buscarían venganza, así que hice un plan para dejarlos más en ridículo, llegué temprano a clases y escondí mis cosas en una caja, pensé que mientras yo me quedaba haciendo los trabajos en la biblioteca ellos irían por mis cosas, probablemente las romperían, así que saqué todas mis cosas de la mochila y la llené de basura, mi plan sería perfecto, después buscaría a un profesor y le diría que ellos desaparecieron mis cosas, atrapados con las manos en la masa, era fijo que los expulsaban. Cuando pensaba en mi astuto plan no paraba de reírme.

¿Dónde está ella? Qué raro, Lauri siempre solía seguirme a todas partes, era la primera vez que me dejaba en paz, sentí un alivio en ese momento, pero algo dentro de mí no estaba feliz, después de tanto tiempo al fin estaba solo, no se sentía para nada bonito, no sé porque, siento tanto miedo de la soledad que tanto amaba (Estoy asustado, alguien ayúdeme por favor).

Jamás entenderé este momento, pero ahí estaba yo, muy asustado y no dejando de pensar en esa persona, me levanté de esa silla color café, y salí corriendo a buscarla, recorrí toda la escuela pero no lograba encontrarla, mientras corría por esos oscuros pasillos, la sombra de su sonrisa no se quería salir de mi.

Cuando empezaba a rendirme, la vi en el patio de la escuela junto a la fuente, estaba ella abrazando mi mochila, la cual llene de basura y alrededor de ella estaban esos cinco niños que deje en ridículo, no entendía nada de lo que pasaba, menos que hacia ella con esa mochila, así que me acerque muy despacio para que nadie se diera cuenta de mi presencia.

Suelta eso, suéltalo, no no no…

Lo que había pasado es que ellos intentaron abrir mi mochila para romper mis cosas, y Lauri al ver eso la cogió y escapó con ella, pero si solo tenía basura dentro ¿por qué no la soltaba? me decía dentro de mí. Tan solo había la basura que cogí del tacho y ella la protegía como si fuera un gran tesoro.

Veía como la empujaban una y otra vez dentro de esa fuente de agua, y ella abrazaba muy fuerte a la mochila, siempre en silencio, vamos grita, vamos hazlo, solo tienes que gritar y alguien vendrá a ayudarte me repetía, pero ella seguía en silencio con los ojos cerrados, tenía que ser la advertencia de sus abuelos, si ella tenía un problema en la escuela iba a regresar a su país, esa era la razón por la que ella seguía estando en silencio, pese a todo el daño que le estaban haciendo, ella parecía una de esas estatuas tan frías y duras que duermen en los parques y museos.

¿Pero yo que podía hacer?, llamaré a un profesor – ¿pero si cuando regreso es tarde? Es culpa de ella, yo jamás le pedí que se preocupara por mí, ella, ella siempre ha estado molestándome, nunca me ha dejado en paz – no pasará nada, lo más probable es que grite y venga un profesor a ayudarle, quizás le envíen de regreso a su país pero ese ya no es asunto mío, después de todo no es mi culpa.

¡No quiero alejarme de Elvis! – ¡No quiero alejarme de Elvis!

Cuando ella dijo eso no pude más. Te odio, te odio, siempre había tenido estos sentimientos de impotencia y miedo dentro de mí, toda mi vida veía como golpeaban a los demás y lo único que yo hacía era, voltear e irme, por más que una parte de mi hubiese deseado tanto ayudarles, jamás lo hice, jamás pude aceptarme como en realidad era y solo hacia lo que los adultos me decían que haga, que patética y triste era mi vida. Jamás en mi vida había temblado tanto, no lo resistí más y salí al encuentro de ella, tenía que salvarle, ella no podía pagar por mi culpa.

Al verla ahí, empuje a todos los niños al suelo, la cogí de su mano, y me puse delante de ella, le dije que se vaya pero ella no quiso, tuve que decirle que le alcanzaría para que se aleje de aquel lugar, no quería que vea lo que pasaría, no seré más un mentiroso, tenía miedo, mucho miedo, mi voz estaba rompiéndose y sentía que una corriente eléctrica sacudía todo mi cuerpo. Tenía mucho miedo, yo en verdad daba pena, siempre pensé que era una especie de superhéroe, pero ahora me doy cuenta de lo patético que era.

Mientras ella corría hacia su casa, yo me arrojé hacia ellos, peleé como jamás lo había hecho, por más que me golpeaban y arrojaban contra el suelo, hoy no perdería, hoy me aceptaría como en verdad era, no titubearía, menos escaparía, no recuerdo cuanto tiempo paso, pero parecía eterno, lo único que recuerdo es yo llegando a casa, mi madre esperándome en casa muy preocupada, cuando llegué donde ella lo único que pude hacer fue arrojarme contra ella, y derramar todas las lágrimas que durante tanto tiempo escondí.

Yo fui expulsado de la escuela, resulta que aquellos niños dijeron que yo los ataque, si yo decía algo, quizás Lauri perdería aquello por lo que tanto se esforzó, así que sonreí y le dije si a todo lo que me dijeran, perdí la beca y el futuro que había planeado en mi imaginación, siempre pensé que mi madre se desilusionaría de mí, yo había acabado con todo, pero ella al contrario me abrazo entre sus brazos y me dijo:

Prefiero un hijo que sea capaz de proteger a alguien, que alguien que solo se preocupe por sí mismo…

Lauri había llegado a mi casa antes que yo, y le contó todo a mi madre, mi madre me dijo que ella le juró que un día nos casaríamos y que jamás dejaría que vuelva a estar solo.

Lauri, gracias a ti me acepté, todavía no sé si soy bueno o malo, solo sé que te quiero mucho, hace mucho tiempo que nadie me quería así, siempre confiare en ti… Nunca más le daré la espalda a nadie, si tengo que llorar lo haré, si tengo que reír, también lo haré, si tengo que suspirar también lo haré, te amo, te amo, pero eso aún no te lo diré, hasta que logre ser un hombre completo, mientras tanto siempre estaré a tu lado.

¿Por cuánto tiempo voy a amarte? Pues no lo sé, hoy te amo muchísimo, y estoy muy seguro que mañana te amaré muchos más que hoy. Gracias a ti soy muy feliz y al fin puedo sonreír.

Yo me relajé algo en los estudios, me convertí en lo que se podría decir un vándalo, una persona a la que muchos temían, jamás un inocente fue golpeado, menos humillado si yo estaba ahí, digámoslo así, me convertí en el superhéroe de los débiles, pero aun así todos me temían, era una especie de superhéroe y villano a la vez, muchos me temían, se alejaban de mi lado, pero ella siempre se quedó conmigo, siempre…

Me he enamorado de ti, no por lo que eres, sino por quien eres
Me he enamorado de ti, por tu sonrisa, por lo que es ella.

Yo, Me tropecé, me tambaleé
Y me he caído, y cuando me he levantado
Te he encontrado a ti…
He descubierto, que mi alma está completamente
Enamorada de ti…
Y cuando me alejo de ti, mi corazón enamorado,
Regresa a ti volando sobre una nube voladora.
Lauri, la lluvia a tu lado, parece una ráfaga de viento,
Un niño jugando con el destino,
Que sabes de mi nada, excepto que te quiero con todo mi corazón…

Fin
Cuento sugerido para jóvenes y adultos

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