La lección de los más chiquitos
La lección de los más chiquitos. Cuento infantil sobre animales para niños a partir de ocho años.
¡RRRRrrrunn! La cola del ratoncito pasó como auto de carrera, y atrás, las orejas del conejo. Atravesando troncos y piedras fueron a parar al bosque. El ratoncito abrió los ojos como dos lupas y se metió en el hueco de un árbol.
¡Paf! El conejo no lo vio y se lo llevó puesto cayendo de cola al suelo. En la frente le salió un chichón y quedó tirado, medio mareado y confundido. Cuando quiso acordar se había hecho de noche y el ulular del búho lo hizo temblar como gelatina.
-¡No veo nada! ¡Quiero volver a mi cueva!-gritó el conejo.
Entonces, de entre unos arbustos, apareció una luciérnaga iluminándolo con su luz.
-¡Qué bueno! ¡Ilumíname la salida, por favor! –dijo el conejo. Pero justo en ese momento…
-¡Ahhhhhh! -Un oso pasó gritando como auto de carrera, y atrás, un enjambre de abejas. El oso se llevó por delante a la luciérnaga y le quedó pegada en la frente como si fuera una linterna.
-¡Nooooo!- chilló el conejo, y salió corriendo detrás, antes de quedar de nuevo a oscuras.
El oso con la luciérnaga en la frente y el enjambre de abejas y el chichón del conejo pasaron como autos de carrera. Atravesaron troncos y piedras hasta que...
-¡Ufff! -El oso, agotado, al salir del bosque cayó panza arriba y quedó tendido como alfombra, con el hocico lleno de miel y las orejas picadas. El conejo no lo vio y se lo chocó y terminó rodando por el pasto como una pelota.
¡zzzzzzzz! Las abejas como escudo se quedaron custodiando la entrada al bosque mientras llegaba el ratoncito agarrándose la panza a carcajadas.
-¿Qué les pasa a ustedes? ¡desvariaos! –les dijo la luciérnaga mientras terminaba de desprenderse de la frente del oso. –No vuelvan a molestar porque aunque sean chiquititos, otra lección les darán.
Fin
Cuento infantil sobre animales para niños a partir de ocho años.