Cuento infantil sobre las gallinas sugerido para niños a partir de ocho años.
Por las mañanas al despertar no miraba a nadie, su cacareo lo hacía a destiempo, además había comentado con mucho desagrado
-¡Ya me cansé de este maíz!-, por eso a veces se escapaba a probar otros sabores en gallineros cercanos.
Sin embargo todo esto comenzó desde que trajeron a una gallina tierna, alegre y ágil, que muy rápidamente se hizo amiga de todos y sobretodo cacareaba a las cinco en punto, justo a la hora que Don Juan se levantaba para ir a laborar. Así pues toda la familia estaba muy contenta con la “gallina nueva”, menos Dorotea la gallina vieja como la llamaban sus amos. Hasta que un día nuestra amiga enfermó y ya no pudo levantarse, fue entonces que pidió perdón a la nueva, pues le confesó que envidiaba su alegría y agilidad y hasta había llegado a creer que por su culpa los amos la mandarían matar, pues ahora ya se encontraba vieja y cansada y a veces le había deseado hasta la muerte.
Por su parte la gallina Cora le dio un pico y la consoló con melodiosos cacareos que muy probablemente ayudaron a Dorotea a recuperarse de su enfermedad en menos tiempo.
Finalmente cuando nuestra amiga sanó ambas gallinas llegaron a entenderse y ayudarse la una con la otra.
Fin
Cuento infantil sobre las gallinas sugerido para niños a partir de ocho años.