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He despertado un poco tarde, con el tiempo justo para alistarme y salir. Anoche trabaje hasta tarde ultimando los detalles para la conferencia sobre el “Medio Ambiente” que debo dictar hoy en el auditorio de la biblioteca municipal a un grupo de estudiantes de la universidad. Me alisto rápidamente, bajo al parqueo, enciendo el auto y me pongo en camino.

Esta mañana el tráfico es lento. Llego sobre la hora, para ganar tiempo entro por la puerta de atrás, la cual da acceso directo al escenario. Observo el grupo de asistentes por un momento: conversan distraídamente y no han notado mi presencia. Paso rápidamente al atril, y desde allí saludo:

– ¡Buenos días señores! y agrego como para romper el hielo: “se ofrece recompensa a quien suministre información que ayude a encontrar la otra mitad del “Medio Ambiente”. Dicho esto me retiro del atril.

La reacción no se hizo esperar: una gran algarabía había producido el apunte que había preparado para iniciar mi charla y motivar la atención de la asistencia, reían y comentaban unos a otros. Lograba con esto un punto a favor, ya que es muy decepcionante cuando uno dicta una conferencia mirar a los asistentes bostezando unos y otros cabeceando de sueño.

Hablé sobre el ahorro de agua y de energía, y el cambio climático. Hice reflexiones sobre los cuidados que debemos tener con los recursos naturales, ya que son la herencia que dejaremos a futuras generaciones.

– Usted dama, Usted caballero, ahorre agua: báñese acompañado- dije nuevamente. El auditorio siguió bastante concentrado. Seguían con sus miradas mis pasos en el escenario.

Luego de aproximadamente 30 minutos que duró mi exposición y de pensar para mis adentros que me había apuntado un éxito al mantener atentos y divertidos a los asistentes di por terminada mi participación. Me despedí y me dirigí al puesto que me habían asignado los organizadores.

Tomé asiento, y es allí donde observo: ¡Oh no! en mi afán al vestirme para salir de casa había puesto mi ropa interior por encima del pantalón.

Fin

La conferencia es uno de los cuentos cortos del escritor Alberto Suárez Villamizar sugerido para adolescentes, jóvenes y adultos.

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