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El papel y la tinta, Pluma y tintero. Dos clásicos infantiles de dos famosos escritores

Cuentos cortos para niños

Tanto Leonardo da Vinci, como Hans Christian Andersen son mundialmente conocidos y afamados escritores. Aunque el segundo es reconocido dentro de la literatura infantil, ambos han hecho durante su vida, un profundo culto al papel y la tinta, a la pluma y el tintero.

Pluma, papel y tintero

Hasta acá todo bien, tenemos dos breves cuentos clásicos para niños, pero muchos pequeños nos preguntarán: «¿Qué es una pluma?» o, «¿Qué es un tintero?» Peor aún, seguramente en algunos años nos interrogarán sobre el papel y la tinta 🤣🤣🤣. Pero bueno, comencemos por lo más básico.

¿Qué es una pluma?

Pluma, papel y tintero

Una pluma es un instrumento alargado que era ampliamente utilizado en el pasado, para entintar una superficie como el papel, con el propósito de escribir o dibujar (ver imagen). Se utiliza el término pluma, porque originalmente se utilizaban plumas de aves para esta función. Y, aunque actualmente es poco común y existen dispositivos modernos para escribir, todavía se encuentran algunos modelos de plumas en el mercado (bolígrafos, plumas estilográfica, rotuladores).

¿Qué es un tintero?

Pluma, papel y tintero

Una pluma necesita de un lugar de donde sacar la tinta. Un tintero es un pequeño recipiente que contiene tinta y evita además que la tinta se seque. Actualmente, por ejemplo, los cartuchos sustituyen al tintero, pero las plumas originales no tenían donde almacenar tinta. Entonces, se utilizaba un recipiente de vidrio, porcelana, plata, bronce o peltre para conservar la tinta en un lugar próximo y accesible a la persona que escribía.

Tips: al igual que pluma y tintero, los cuentos de Leonardo y Hans tienen algunos términos del español más clásico. Hemos enlazado aquellos términos que creemos que son menos conocidos para los niños para que, de paso, ampliemos nuestro vocabulario. Si crees que hay alguno más para enlazar, puedes escribirnos en los comentarios y los iremos agregando.

Tips: puedes utilizar el botón en la barra vertical, tanto para imprimir como para guardar como PDF, editar y borrar las partes de la publicación que desees, y solo dejar el cuento que desees bajar o imprimir.

Ahora si, manos a la tarea, las dos magníficas obras, un mínimo resumen de la labor del gran Leonardo y del prolífico Hans. Luego, si te gusta esta publicación, por favor, déjanos algunos comentarios (✍🏼), califica la publicación para que otros la encuentren y la lean (⭐) y regálala a otras personas compartiendo a través de tus redes sociales (🙏🏼). ¡Gracias!

El papel y la tinta

Por Leonardo da Vinci

El papel y la tinta - Cuento corto

Estaba una hoja de papel sobre una mesa, junto a otras hojas iguales a ella, cuando una pluma, bañada en negrísima tinta, la mancho llenándola de palabras.

– «¿No podrías haberme ahorrado esta humillación?» -dijo enojada la hoja de papel a la tinta. «Tu negro infernal me ha arruinado para siempre.»

No te he ensuciado. Repuso la tinta. Te he vestido de palabras. Desde ahora ya no eres una hoja de papel, sino un mensaje. Custodias el pensamiento del hombre. Te has convertido en algo precioso.

En efecto, ordenando el despacho, alguien vio aquellas hojas esparcidas y las juntó para arrojarlas al fuego. Pero reparó en la hoja «sucia» de tinta y la devolvió a su lugar porque llevaba, bien visible, el mensaje de la palabra.

Luego, arrojó las demás al fuego.

Fin.

El primero de los cuentos cortos El papel y la tinta, es breve relato que se atribuye al fantástico escritor, Leonardo da Vinci y cuya moraleja da sentido a este sitio, y es el valor de la palabra escrita.

Sobre Leonardo da Vinci

Leonardo Da Vinci - Escritor

Leonardo da Vinci (1452-1519) fue un pintor, anatomista, arquitecto, paleontólogo, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista. Probablemente, la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que jamás ha existido.

Tras pasar su infancia en Vinci, su ciudad natal y a la cuál debe su nombre, Leonardo estudió con el pintor florentino Andrea de Verrocchio. Trabajó en Milán, Roma, Bolonia y Venecia, y pasó sus últimos años en Francia, por invitación del rey Francisco I.

Leonardo es considerado símbolo del Renacimiento y uno de los más grandes pintores de todos los tiempos. Como inventor, desarrolló ideas muy adelantadas a su tiempo, aunque muy pocas llegaron a construirse, puesto que la mayoría no eran realizables en esa época. Como científico hizo progresar mucho el conocimiento en las áreas como la anatomía, la ingeniería civil, la óptica y la hidrodinámica.

Tres de sus obras artísticas más famosas son La Gioconda y La Última Cena, y su dibujo del Hombre de Vitruvio.

Pluma y tintero

Por Hans Christian Andersen

Pluma y tintero - Cuento de Hans Christian Andersen

En el despacho de un escritor, alguien dijo un día, al considerar su tintero sobre la mesa:

– «Es sorprendente lo que puede salir de un tintero. ¿Qué va a darnos la próxima vez? Es bien extraño.»

– «Lo es, ciertamente» -respondió el tintero-. «Incomprensible. Es lo que yo digo» -añadió, dirigiéndose a la pluma y demás objetos situados sobre la mesa y capaces de oírlo-. «¡Es sorprendente lo que puede salir de mí! Es sencillamente increíble.

Yo mismo no podría decir lo que saldrá la próxima vez, en cuanto el hombre empiece a sacar tinta de mí. Una gota de mi contenido basta para llenar media hoja de papel, y, ¡cuántas cosas no se pueden decir en ella! Soy verdaderamente notable.

De mí salen todas las obras del poeta, estas personas vivientes que las gentes creen conocer, estos sentimientos íntimos, este buen humor, estas amenísimas descripciones de la naturaleza. Yo no lo comprendo, pues no conozco la naturaleza, pero lo llevo en mi interior.

De mí salieron todas esas huestes de vaporosas y encantadoras doncellas, de audaces caballeros en sus fogosos corceles, de ciegos y paralíticos, ¡qué sé yo! Les aseguro que no tengo ni idea de cómo ocurre todo esto.»

– «Lleva usted razón» -dijo la pluma-. «Usted no piensa en absoluto, pues si lo hiciera, se daría cuenta de que no hace más que suministrar el líquido. Usted da el fluido con el que yo puedo expresar y hacer visible en el papel lo que llevo en mi interior, lo que escribo. ¡Es la pluma la que escribe! Nadie lo duda, y la mayoría de hombres entienden tanto de poesía como un viejo tintero.»

– «¡Qué poca experiencia tiene usted!» -replicó el tintero-. «Apenas lleva una semana de servicio y está ya medio gastada. ¿Se imagina acaso que es un poeta? Pues no es sino un criado, y, antes de llegar usted, he tenido aquí a muchos de su especie, tanto de la familia de los gansos como de una fábrica inglesa. Conozco la pluma de ganso y la de acero. He tenido muchas a mi servicio y tendré aún muchas más, si el hombre de quien me sirvo para hacer el movimiento sigue viniendo a anotar lo que saque de mi interior. Me gustaría saber qué voy a dar la próxima vez.»

– «¡Botijo de tinta!» -rezongó la pluma.

Ya anochecido, llegó el escritor. Venía de un concierto, donde había oído a un excelente violinista y había quedado impresionado por su arte inigualable. El artista había arrancado un verdadero diluvio de notas de su instrumento: ora sonaban como argentinas gotas de agua, perla tras perla, ora como un coro de trinos de pájaros o como el bramido de la tempestad en un bosque de abetos.

Había creído oír el llanto de su propio corazón, pero con una melodía sólo comparable a una magnífica voz de mujer. Se diría que no eran sólo las cuerdas del violín las que vibraban, sino también el puente, las clavijas y la caja de resonancia.

Fue extraordinario. Y difícil; pero el artista lo había hecho todo como jugando, como si el arco corriera solo sobre las cuerdas, con tal sencillez, que cualquiera se hubiera creído capaz de imitarlo. El violín tocaba solo, y el arco, también; lo dos se lo hacían todo; el espectador se olvidaba del maestro que los guiaba, que les infundía vida y alma.

Pero el escritor no lo había olvidado; escribió su nombre y anotó los pensamientos que le inspirara:

«¡Qué locos serían el arco y el violín si se jactasen de sus hazañas! Y, sin embargo, cuántas veces lo hacemos los hombres: el poeta, el artista, el inventor, el general. Nos jactamos, sin pensar que no somos sino instrumentos en manos de Dios. Suyo, y sólo suyo es el honor. ¿De qué podemos vanagloriarnos nosotros?».

Todo esto lo escribió el poeta en forma de parábola, a la que puso por título: «El maestro y los instrumentos».

– «Le han dado su merecido, caballero» -dijo la pluma al tintero, una vez volvieron a estar solos-. «Supongo que oiría leer lo que ha escrito, ¿verdad?»

– «Claro que sí, lo que le di a escribir a usted» -replicó el tintero-. «¡Le estuvo bien empleado por su arrogancia! ¡Cómo es posible que no comprenda que la toman por necia! Mi invectiva me ha salido desde lo más hondo de mi entraña. ¡Si sabré yo lo que me llevo entre manos!»

– «¡Vaya con el tinterote!» –rezongó la pluma.

– «¡Barretintas!» -replicó el tintero.

Y los dos se quedaron convencidos de que habían contestado bien; es una convicción que deja a uno con la conciencia sosegada. Así se puede dormir en paz, y los dos durmieron muy tranquilos. Sólo el poeta no durmió; le fluían los pensamientos como las notas del violín, rodando como perlas, bramando como la tempestad a través del bosque. Sentía palpitar en ellos su propio corazón, un vivísimo rayo de luz del eterno Maestro.

Sea para Él todo el honor.

Fin.

Pluma y tintero es uno de los cuentos cortos del clásico escritor Hans Christian Andersen que tenemos publicados en EnCuentos.

Sobre Hans Christian Andersen

Hans Christian Andersen - Escritor

Hans Christian Andersen fue un autor danés que vivió entre 1805 y 1875 en Dinamarca y uno de los más conocidos escritores de cuentos de hadas para niños y niñas.

Pero son sus más de 150 cuentos infantiles los que lo han llevado a ser reconocido como uno de los grandes autores de la literatura universal.

“Hace veinticinco años llegué con mi atadito de ropa a Copenhague, un muchacho desconocido y pobre: y hoy tomé chocolate con la Reina.”

Hans Christian Andersen

Puede ver la biografía y la larga lista de cuentos infantiles de Hans Christian Aquí.

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