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Sentado sobre una roca y con la mirada perdida en el valle, estaba aquél coya de cara ajada por el viento, ojos rasgados que se entrecerraban para escapar de los ardientes rayos.

Los negros cabellos se despeinaban con el azote del viento, cabras y llamas masticaban en los pastizales. Maluco su perro levantó las orejas moviendo el hocico, olfateando el aire.

Algunas nubes negras desde el sur parecían traer lluvia, que seguramente lo mojarían todito. Haciendo que sus abrigadas prendas de lana, tejidas al telar por su abuela Chacha se pusieran pesadas y difíciles de secar. Por la vieja radio había escuchado en la mañana que la guerra iba a comenzar, muy al sur, tan al sur que no sabía dónde… Las Malvinas eso decía la radio, y él cómo quería a su Patria había pensado en alistarse pa’ defenderla nomás…así de grande tenía su corazón por su Patria.

Llamó con unos silbidos a su perro y le dio la orden de reunir los animales… y se fue pal sur eso dicen los que lo conocen, tan al sur que’’ naides’’ sabía pa’ dónde…y allí entre el frio y la tierra dio la vida por su Patria. Maluco sigue esperando al coya pa’arriar los animales…pero el coya ha dejao su mujer e hijito que lo seguirá en la huella de las alturas…mientas haya un cerro y una llama.

Fin
‘’No te rías de un coya, que está en la frontera
Pa’lao La Quiaca,o alla en las alturas del Abra del Zenta
Ten presente amigo,que será el primero en parar las patas.
Cuando alguien se atreva a violar la Patria.’’ Poema de Fortunato Ramos

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