Cuentos infantiles de piratas. Abuelo pirata.
Abuelo pirata es uno de los cuentos infantiles de piratas de la escritora Dolores Espinosa. Cuento de piratas sugerido para niños a partir de siete años.
Una tarde de lluviosa lluvia en que mucho aburrido aburrimiento, mi abuelo me contó que, de joven, había sido pirata, con su pata de palo, su garfio, su parche, su loro y su todo.
Que tiene una pierna de madera porque cierta tarde, refrescándose los pies después de un abordaje y mirándose los pies, le dio por pensar que dónde se había visto un capitán pirata sin una pata de palo y que el “toc toc” ese suena la mar de bien. Así que, ni corto ni perezoso, fue y se compró la mejor que encontró.
Que también usaba un garfio aunque no le hacía falta porque tenía las dos manos, pero que en un pirata un garfio siempre queda elegante. Que tampoco necesitaba el parche en el ojo pero que eso también formaba parte del “uniforme”. Y que, además, la tripulación sabía de qué humor estaba según en qué ojo se pusiera el parche: si era bueno, en el derecho, si era malo en el izquierdo y, para dormir, en los dos.
Que, por supuesto, tenía un loro tan pero tan hablador, que más de una vez lo amenazó con meterlo en el puchero para que callara... y el loro no se calló.
Me contó también mi abuelo que surcó los siete mares, veinte ríos de los grandes y como treinta enormes lagos.
Me dijo mi abuelo pirata que lo que más le gustaba era ponerse en el puente de mando y gritar a diestro y siniestro todo aquello de: -¡Izad el ancla! -¡Arriad las velas! -¡Todo a estribor! Y decir todo aquello del bauprés, y lo del foque y venga babor por aquí y venga estribor por allá, y que si la popa y que si la proa y, en fin, todas esas palabras raras que sólo entienden los marineros.
Me habló, aquella tarde lluviosa y aburrida, de una tormenta, llena de rayos y truenos, con unas olas enormes y con un viento tan fuerte que llevó el barco a tierra y lo dejó, como si nada, en un desierto de arena.
Allí se pasaron meses, sin nada que piratear, usando las velas de sombrilla, abordando a los beduinos y robando camellos hasta que tuvieron suficientes para que tiraran del barco y llevarlo de nuevo al mar.
También me contó de aquella vez que el mapa del tesoro los llevó a tierras extrañas, llena de seres muy raros: hombres con cuatro brazos, monos con un solo ojo, leones grandes como elefantes y elefantes muy enanos. Vivieron mil aventuras buscando el lugar exacto y, cuando al fin lo encontraron, y lo abrieron, y lo miraron, se llevaron un gran chasco: allí no había monedas, ni joyas, ni oro ni nada de lo que pensaron, sólo libros y más libros de todos los tamaños.
¡Qué desilusión y qué enfado! Y no es que no les gustara leer es que, aquellos piratas tan bravos, no sabían leer ni del derecho ni del revés. Sólo mi abuelo sabía y durante el viaje de vuelta les leyó todos los libros que allí estaban guardados.
Me contó muchas más cosas mi abuelo aquella tarde y yo me lo pasé en grande.
Cuando se lo conté a Pablito, que es mi mejor amigo, me dijo que todo eso eran mentiras de mi abuelo, historias para pasar un buen rato y yo casi me enfado pero luego me dio igual.
Yo sé que todo es verdad. He visto su pata de palo. He visto el garfio, el parche... ¡y hasta al loro disecado!
También he visto los libros de aquel tesoro tan raro y mi abuelo ha prometido que me los prestaría todos y contarme más historias de aquellos tiempos lejanos.
Y cuando yo sea mayor, también seré un gran pirata, con una pata de palo, un garfio, un parche y un loro.
Fin
Abuelo pirata es uno de los cuentos infantiles de piratas de la escritora Dolores Espinosa. Cuento de piratas sugerido para niños a partir de siete años.