Érase una vez una hormiguita que vivía en el bosque junto a sus hermanas, éstas, muy muy trabajadoras.
Todos los días salían a juntar hojitas sin prisa, haciendo una fila y volvían a su hogar con ramitas de los árboles. Allí, la mamá las esperaba muy contenta viéndolas hacer su trabajo tan feliz.
Pero la que causaba algunos problemitas era una solita que no quería salir a hacer nada, y dormía todo el día. Se la pasaba jugando, era muy haragana, y no quería nunca ayudar a su familia.
Un día, sus hermanas se enojaron mucho con ella y la dejaron sin alimento para ver si esta hacia algo, ya cansadas. Pasaron las horas y a la hormiguita le empezó a doler la pancita, del hambre que tenía. Estaba acostumbrada a que su mamá le trajera todo lo que necesitaba sin hacer esfuerzo alguno.
Un día, al salir el sol, nuestra hormiguita se dispuso a trabajar, juntar hojas y ramitas como las demás. Al principio le costaba un poquito, le faltaba disciplina, pero luego fue aprendiendo, a cooperar con sus hermanitas y así la mamá, muy feliz vio cómo se ponía más y más trabajadora día a día.
La hormiguita se ganó muchos besos de amiguitos y ese esfuerzo la hizo una hormiguita más feliz de verdad
Fin
La hormiguita haragana es uno de los cuentos con valores de la escritora de cuentos infantiles Alejandra Torigino sugerido para niños a partir de seis años.