La nuez de Vainilla

La nuez de Vainilla. Dolores Espinosa, escritora española. Cuento infantil de animales.

 

La ardilla Vainilla una nuez empujaba. Un paso, dos pasos, ya casi estaba.

Pero tropezó y la nuez…. ¡PATAPLAF, PATAPLOF! Hasta el suelo cayó.

Vainilla, la ardilla, tras la nuez corrió. Miró, olisqueó, giró, y en una topera colarse la vio.

La ardilla Vainilla en la topera tras la nuez entró.

-¡Buenos días, señor topo!

-¡Buenas! -contestó él y justo en ese momento en su cabeza rebotó la nuez y del agujero salió.

Vainilla, preocupada, tras ella corrió y la nuez, rueda que rueda, en el río hizo ¡CHOFF!

Una trucha flacucha que por allí pasaba, abrió la bocaza para bostezar y se la tragó.

La pobre trucha casi se ahoga pero un esturión que todo lo vio, le soltó un sopapo y la nuez volando salió.

La nuez subió alto, muy alto, tan alto llegó que le dio a un azor que cazaba un ratón y lo derribó.

-¡Gracias! -dijo el ratón a Vainilla.

-¡De nada! -Vainilla respondió, y siguió tras la nuez que rodando, rodando, hasta el pie de un árbol llegó.

-¡Ya eres mía! -gritó.

Pero entonces llegó un tejón y la nuez se zampó.

La pobre Vainilla se sentó agotada. ¡Tantísimo trabajo para nada!

Pero entonces ¡CATACLOC!, sobre su cabeza una nuez cayó y al cabo de un rato, cayeron otras dos.

¡Qué maravilla! ¡Aquel enorme árbol era un nogal!

Vainilla por él trepó, un montón de nueces zampó y tanto le gustó que allí a vivir se quedó… ¡CHIMPÓN!

Fin
 
La nuez de Vainilla. Lecturas para niños de primaria. Historias para aprender. Literatura infantil y juvenil, cuentos que no pasan de moda.

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