Monóxido de Carbono… ¡CUIDADO!
El Monóxido de Carbono es un gas tóxico muy peligroso producido por la combustión incompleta de cualquier material.
Se produce en quemadores de gas (natural o envasado), mecheros, estufas, calefones, termotanques, calderas, hornos, hornallas, brasas, carbones encendidos, motores de combustión interna y en cualquier llama con deficiencia de oxígeno. Es muy peligroso porque es altamente tóxico y no es detectable a través de los sentidos, no tiene olor, color ni sabor. El Monóxido de Carbono se combina con la sangre a través de nuestros pulmones mucho más fácilmente que el oxígeno. La sangre deja de transportar oxígeno a cada célula del cuerpo y comienzan los daños. El órgano más sensible a la falta de oxígeno es el cerebro, por lo tanto las intoxicaciones con Monóxido de Carbono comienzan con fuertes dolores de cabeza, mareos, náuseas, confusión y desmayos. Si se sigue inhalando CO pueden sobrevenir respiración acelerada, dolor en el pecho, pérdida de conciencia y muerte.
Recomendaciones especiales
Instalar artefactos de gas aprobados y colocados por un gasista matriculado. Revisar periódicamente mecheros y quemadores. Las llamas deben ser azules. Llamas amarillas, anaranjadas o rojas son signo de combustiones deficientes. Instalar estufas de tiro balanceado (salida de gases al exterior). Evitar las infrarrojas, catalíticas y por supuesto los braseros. No usar carbón en hogares para leña, chequear el tiraje de la chimenea y cualquier otro tubo de salida de gases de combustión. Verificar la buena salida de gases en tubos de estufas a leña y salamandras. Mantener libre, aún en los días y noches más fríos, alguna entrada de aire fresco, una rendija puede ser suficiente. Abrir totalmente el portón del garaje o cochera antes de encender el motor del auto y mantenerlo abierto hasta retirarlo. Amigos… el Monóxido de Carbono es un enemigo peligroso pero fácilmente combatible.
¡CUIDEMOS A NUESTRA FAMILIAS, Y DIFUNDÁMOSLO ENTRE LOS AMIGOS Y VECINOS!