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Cómo criar un niño feliz.

Según Lorraine Glennon,  autora del libro ‘Those who can teach’, los adultos sabemos que la felicidad es muy selectiva y una personalidad agradable, feliz tiene mucho que ver con la naturaleza misma de la persona  (la parte genética) y con la manera en que hemos sido criados (circunstancias externas).

Los expertos están seguros de lo que no es relevante para ser felices, por ejemplo el dinero, mucho más de aquello que sí lo es. Lo que la gente feliz sí tienen en común, dicen, son ciertas características claves, incluyendo un buen sentido del optimismo, buenas relaciones familiares, buenos amigos, una disposición para llevarse con los demás y la convicción de que su vida tiene un significado. Para los padres novatos, la  interrogante es: “¿qué puedo hacer para asegurarme de que mi hijo/a cuente con estas habilidades?”. Parte de la respuesta es obvia: hay que aceptar al hijo o la hija por lo que es y no por lo que quisiéramos que sea. Hay que estar atentos a sus necesidades, tomar en serio sus temores,  escuchar todo lo que tenga que decirnos. Pero, sobre todo, hay que asegurarse de que él/ella sepa que sus padres lo/a aman sin condiciones. Para lograrlo existen técnicas que pueden ser de gran  ayuda:

Mantener la tradición

Nada es más valioso para la familia que  establecer rituales y tradiciones como comer juntos, festejar cumpleaños y fiestas  o leer cuentos a los hijos en la noche.  Hacer con los hijos las galletas de Navidad cada año usando la receta de la bisabuela es vital  porque da significado a su vida al reforzar los lazos de unión entre los miembros de la familia sin importar el paso de los años o el que algún miembro  ya no esté presente.

La música habla

Asegurar que el escuchar música clásica hará que un niño sea más inteligente es una exageración, pero sin duda la música cambia el estado de ánimo, no en vano se creía antes que los instrumentos musicales tenían poderes para sanar el cuerpo y la mente. En la actualidad, cientos de maestros han documentado sus efectos terapeúticos y todos sabemos que la música eleva el  espíritu y nos hace sentir mejor.

Ser comunitarios

La participación activa en la comunidad produce al menos dos mensajes importantes para los hijos: si ayudamos en  obras sociales de la comunidad nuestros hijos se dan cuenta de que lo que nos importa a nosotros les importa también a ellos pero,  sobre todo, les hace ver que no son solo parte de la familia sino de algo más grande y esto brinda un sentido de pertenencia.

Cuidado con el cinismo

Vivimos una era de ironía permanente y a veces no nos damos cuenta del efecto corrosivo que nuestros comentarios tienen en nuestros hijos. Una actitud cínica puede herir la sensibilidad, la seguridad de los niños, un componente crucial de la felicidad. Ellos necesitan creer que el mundo es un lugar bueno y que la gente es básicamente decente. No importa si usted sabe que la profesora de su hijo es incompetente, cuando opina negativamente  en voz alta, disminuye la fe que sus hijos tienen en otras personas e instituciones cercanas y, como resultado de ello, pudieran empezar a ver el mundo como un lugar aterrador.

Anime las pasiones de sus hijos

Los investigadores están de acuerdo en que una tarea que  absorba y rete es quizás la ruta más directa a la felicidad. Involucrarse en una actividad que se alcance a través de esfuerzo, como coleccionar estampillas o pertenecer al equipo de fútbol, es igualmente importante para que los chicos se sientan expuestos a una serie de experiencias beneficiosas. Permita a su hijo/a conocer todo lo que está disponible y deje que escoja lo que más le guste y lo que se sienta capaz de hacer.

Traiga a casa un amigo de cuatro patas

Para los padres es un gran reto. El compromiso de tiempo y energía  es  grande, aunque sus hijos digan lo contrario, a la larga el cuidado de la mascota termina siendo responsabilidad de mamá y papá. Sin embargo, hay evidencia suficiente sobre las bondades de que los niños crezcan junto a una mascota, por lo  que vale la pena hacer el esfuerzo. A través de ellas el niño aprende lecciones cruciales de compasión, lealtad, cariño y a cuidar de otras personas, lo que le hace sentirse valioso y competente.

Algunos TIPS extras

Contacto físico Demuestre a sus hijos su  afecto con besos, abrazos, cosquillas; toda demostración afectiva es aceptada. A más de darles a conocer que está loco por ellos, el contacto físico tiene el poder de controlar el estrés y mejorar el estado de ánimo. Ellos devolverán con creces tales demostraciones y serán felices al hacerlo.
Deles un hogar Las habilidades domésticas, una casa limpia y ordenada, están bien, pero más importante es mantener un ambiente  agradable. Los niños deben sentirse libres para correr, saltar, ensuciarse en casa,  solos y acompañados por sus amigos. Haga que esto sea posible y enséñeles, eso sí, a cuidar de las cosas, a ayudar a limpiar y organizar  lo que han desordenado  al jugar.

Fuente: elcomercio.com

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