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Enseñanzas es uno de los cuentos sobre borrachos para reflexionar escrito por María Luisa De Francesco para adolescentes, jóvenes y adultos.

Acá tenes, mirá bien, la escritura de tu casa, la llave de tu auto y la papelería completa de tus tierras. ¿Estás fresco, no? Te vine a traer todo. Anoche te lo gané en buena ley, te patinaste todo hermano, mal muy mal.

Estabas empedo y eufórico. Qué te da por ponerte a timbear en ese estado. Una locura. Cuando te sentaste en la mesa de timba te quise sacar pero fue inútil. Ya estabas empedo y empecinado en jugar. Por eso me metí yo del otro lado. Si te dejo solo te sacaban hasta las medias.

Vos sabes que yo nunca juego por plata. ¡Jamás! Y menos por plata grande, si apenas llego a fin de mes y mi familia con qué come si yo me pongo a timbear. Por otro lado, sé que tengo cierta habilidad para seguir el juego. Por eso me metí y saqué coraje…por suerte me salió bien y nos quedamos los dos solos al final. Yo sabía que te ganaba. Sabía tus cartas y sabía que no podías.

Pensé que con esa mano te ibas a ir a tu casa. Pero no hubo forma che, te envalentonaste, te fuiste al auto, trajiste todo esto. Vos te das cuenta que quedabas en pelotas anoche si no era yo el que te ganaba. Por suerte los otros arrugaron porque vieron, como ven los que saben jugar, que anoche la suerte estaba de mi lado. Te gané en menos de quince minutos el trabajo de más de veinte años. Se quedaron todos mudos cuando junté todo el papeleo y me fui en tu auto. Te pedí un taxi antes de salir.

Y los timberos ahí mirando, comentando en voz alta, que al final soy un porteño de mierda, un cajetilla, un compadrón, como todos… ¿Qué se puede esperar de estos?, me decían. Me baboseaban para que volviera a la mesa a jugarme tus bienes. Soy un calentón y lo sabes pero me mordí y salí apurado. Me llevé tu auto y los papeles. Después no pegué un ojo en toda la noche, al amanecer le conté a mi mujer, no la dejé dormir tampoco, dando vueltas en la cama. Ella sonrió y entendió antes que le explicara el por qué. Se levantó me hizo el mate y esperó en la cocina. Cuando nos sentamos me preguntó, a qué hora vas a ir a devolver todo eso.

Te das cuenta. Y vos mi amigo me miras sorprendido. Vos te creíste que yo aprovechando tu borrachera me quedaba con todo lo tuyo. No me conoces. Nunca fuiste mi amigo. Acá está todo che…la próxima vez que juegues, no te sientes entre delincuentes y menos, borracho. No siempre vas a tener un buen amigo del otro lado.

Mi padre salió erguido con su clásica sonrisa impresa en sus ojos increíbles de grandes y grises, recogió el sombre impecable de mis manos, tomó una de las mías entre las de él y antes de irnos y cerrar la puerta agregó:

Áaaahhhh lo último che…no todos los porteños somos mala gente. Hasta la vista.

Fin

Relato en monólogo para adolescentes, jóvenes y adultos

Enseñanzas es uno de los cuentos sobre borrachos para reflexionar escrito por María Luisa De Francesco para adolescentes, jóvenes y adultos.

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