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Detener el racismo, dejar de odiar

Detener el racismo, dejar de odiar
Comienza con tu corazón – nunca es demasiado tarde.
En un mundo atormentado, cometimos un error.
Nuestro deber y nuestra responsabilidad, reflexionamos. Gracias a la experiencia, sabemos.
La vida es buena o mala energía que fluye
hasta que muramos, cuando ya no estamos,
Y sólo nuestros actos dicen nuestro conocimiento.
Algunos de nosotros han sido enseñados en las escuelas para recordar las reglas de oro.
No sólo hacemos a los demás lo que esperamos de nosotros mismos.
Pero hay un precio para los actos mismos, que todo lo que hagamos regresemos.
Una buena o mala acción, incluso una sonrisa o una grieta.
«Dios les da lo que quieren»
De hecho, lo que hago es volver a mí
Qué hice ayer
Regresa a mí hoy
No se puede hacer la guerra por la paz y la seguridad, no más de lo que puede tener sexo por virginidad.
Detener el racismo, dejar de odiar
Comienza con tu corazón – nunca es demasiado tarde.
La energía positiva genera lo positivo
El pensamiento egoísta crea peligro.
Elije justicia, bondad y humanismo.
No crueldad, codicia y racismo.
No puedes tomar dinero en tu tumba.
Sólo malas acciones y buenas obras.
Deja que este simple hecho no se borre
Guardar un niño, una planta, un amigo o un pájaro.
Preocupado por su mente, de cualquier contaminación, aclararlo.
La tranquilidad no es el halcón sino la paloma.
No puedes conquistar el odio sino por amor.
Respira profundamente y exhala suavemente.
Medita y encontrarás esta ruta ganadora.
Considera cómo el software conquista el disco duro
y por qué las fechorías están marcadas.
Los caminos de los sabios son como los vapores del agua, débil y blanda, pero las piedras se disipan como sueños.
La clave es el tiempo necesario para la paciencia.
La puerta es una bondad que necesitamos saber usar.
Detener el racismo, dejar de odiar
Comienza con tu corazón ¡Nunca es demasiado tarde!
Fin
Reflexión para jóvenes y adultos
Autor: Mazin Qumsiyeh (Palestina)
Embajadora por Cercle Univ. Ambassadeurs de la Paix

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