De las tierras calientes vienen los alebrijes, de mi loco teclado, ¡nacen los alibrujes!
Son duendes narigones que amasan pizza y pellizcan traseros muertos de risa.
Duendes carnavaleros de la laguna, durmiendo en las palmeras, peinando bruma.
Cantan de madrugada tangos canyengues*, avisan sin rubores; “¡Somos tatengues**!”
Duendes impresentables como esta bruja, que con versos chiflados los arrebuja…
Fin
María Alicia Esain© 09/02/13
*arrabaleros
** simpatizantes del “Club Unión” de Santa Fe