Brincando entró el verano alegrón,
sofocado, atolondrado
y cálido hizo su aparición.
Chapalear con el sol el mar esperando estaba
y la arena sentada
dichosa de ser acariciada.
Dar sombra es un placer
¡Vengan a mi lado!,
dicen los árboles de un tirón.
Ahora tu cuerpo a tus anchas
podrás mover y con deliciosos
helados tu alma refrescar querrás.
Fin
Poema de verano sugerido para niños a partir de seis años.