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Fobia a los exámenes. Licenciada Susana Passano Psicopedagoga-Psicoanalista. Especialista en atención niños.

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¿Qué significa tener fobia a los exámenes? Fobia es una denominación muy general sobre una nosología psiquiátrica que se refiere a miedos exagerados o intensos ante situaciones supuestamente simples, tranquilas que no deberían producir tal miedo. El psicoanálisis trata este tema de manera muy profunda.

Mencionaré aquí una de las ideas que toma y daré una brevísima síntesis; dice que el objeto de la fobia (animal, situación, ruido, etc., etc., etc.) le sirve al sujeto para cubrirse o para protegerse de una situación angustiosa, que por supuesto es desconocida, entonces coloca o deposita el miedo en un objeto en particular.

¿Para qué nos sirve esta tendencia de poner nombres a las cosas que nos pasan como si eso significara que logramos tranquilidad o hasta la fantasía de curación? Por lo tanto ¿para qué sirve nombrar al miedo intenso al examen con la denominación de fobia? ¡Para nada! por eso propongo alguna reflexión sobre esa denominación.

Ahora bien, si nos introducimos en el tema de los miedos intensos a los exámenes, tanto en alumnos universitarios, secundarios y aún de escuelas primarias, tenemos que pensar que esos exámenes se producen en instituciones educativas las que a su vez forman parte de una organización mas amplia que es el país, la cultura, el estado.

Me niego a considerar que la supuesta fobia a los exámenes es una patología individual de ciertos alumnos. Considerarlo así es “patologizar” (término muy de moda, acuñado en estas épocas) a un sector de la comunidad: los jóvenes, los niños, los adolescentes.

Analicemos las relaciones al saber que se producen en los centros educativos. En su mayoría son relaciones de poder en las que el saber está siempre del lado del profesor. ¿Profesor?: persona que sin duda debe tener un conocimiento profundo sobre la materia que dicta ¡sino, no puede enseñar!

Pero en esta persona cuya función es la de ser profesor hay un sujeto que adhiere a estilos de relación con los otros, en este caso, sus alumnos, relación que puede definirse desde el enfrentamiento, profesor y alumnos enfrentados o desde la posición subjetiva del acompañamiento que significa reconocer que el otro quiere aprender y el profesor puede acompañar, guiar, DAR lo que sabe, lo que tiene.

Es ésta una relación de cierta generosidad ya que quien es el profesor se desprende y comparte, da, eso que tiene que son sus conocimientos. Cuando el saber está en el lugar del otro, el profesor, él se infla en su autoestima y mientras tanto se genera en el alumno un sentimiento de minusvalía o para nombrarlo en términos más populares: inferioridad.

Muy pocas, relaciones docente-alumno se constituyen en el acompañamiento, en general, hay una idea implícita en el maestro o profesor acerca de que sus alumnos no saben o más precisamente, que no pueden producir conocimientos, los conocimientos que tiene el profesor.

Aquí la asimetría se funda en una relación de inferioridad en una de las partes, mientras que en las relaciones fundadas en el acompañamiento la asimetría se encuadra en que hay alguien que necesita y desea lo que el otro tiene y puede dar. Además de esta idea hay que agregar que en las instituciones educativas se replican situaciones sociales de competencia y falta de solidaridad, “muchos tienen las carpetas completas pero no las quieren prestar”.

Situaciones fomentadas por las instituciones educativas ya que las estrategias didácticas aplicadas se centran sólo en actividades individuales, no compartidas o pseudo-compartidas (cuando los profesores indican hacer trabajos en equipos). El examen final es un examen “filtro, colador”, en una facultad en nuestro país donde se enseña medicina en una de las cátedras de anatomía nombran al parcial “parcial eliminatorio”.

Los exámenes finales así constituidos no se consideran una instancia más de aprendizaje para el alumno, es una exposición no tanto de conocimientos sino del yo. Entonces ¿por qué poner al yo en primer lugar? ¡Así el miedo siempre se impone! Yo creo que estas cuestiones hay que leerlas en el marco de la ferocidad del capitalismo, con los valores implícitos en relación al concepto de felicidad como el acumular objetos materiales, el desconocimiento del otro y sus necesidades, que conduce a distintas formas de discriminar para marginar: xenofobia, derecha-izquierda, los de la escuela de arriba y la escuela de abajo, los de la secundaria y la primaria, los niños y los adolescentes, los fóbicos y los no fóbicos, etc., etc. etc. Formas en las que se maltrata al otro y a sí mismo.

Concluimos que los miedos individuales se intensifican en sociedades individualistas competitivas a -solidarias, xenófobas. Cada alumno que va a rendir un examen además de estudiar debe tener en cuenta que sus miedos están enmarcados en escuelas y en relaciones docente-alumno.

Sin duda siempre que los miedos son intensos la calidad de vida desmejora y se genera malestar y si bien el consejo es hacer una consulta, no olvidarse que cada uno vive en esta cultura, esta sociedad productora de miedos, desconfianzas, inseguridades.

Licenciada Susana Passano. Psicopedagoga-Psicoanalista

Tel. 4786-3672 15 3624 4400

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