Saltar al contenido

Fidelia. Dolores Espinosa, escritora española. Ilustración de Fernanda Forgia. Cuento sobre una mujer que sin ser cariñosa, entregaba mucho amor. Historias de Mujeres en el Día Internacional de la Mujer.

Fidelia lavaba, fregaba y cocinaba. Fidelia pasaba la noche junto a la cama de sus hijos cuando alguno enfermaba.

Fidelia planchaba, cosía y limpiaba.

Fidelia preparaba el desayuno a su marido cada día y le tenía la cena lista cada noche.

Fidelia hacía la compra, iba a reuniones del colegio, tramitaba documentos, realizaba pagos.

Fidelia compraba regalos de cumpleaños, de Reyes y de otros días señalados sin olvidar ni uno solo.

Sin embargo, Fidelia no era besucona, ni le gustaba ir dando abrazos a todas horas. Fidelia era parca en besos y en caricias y poco dada a los te quiero, los cielos, los cariño y cualquier otro tipo de palabras cariñosas.

Fidelia corría de casa al trabajo y del trabajo a casa, siempre pendiente de todo y de todos. Fidelia cuidaba de todos con esmero y sin descanso. Sin quejas ni protestas. Sin esperar nada a cambio. Con gusto y con alegría.

Cierto, Fidelia no era mujer dada a gestos amorosos o afectuosos pero ningún miembro de su familia quedaba, nunca, desatendido. Fidelia escuchaba, aconsejaba y acompañaba. Fidelia siempre estaba.

Los vecinos -siempre hay vecinos que hablan- decían de Fidelia que era fría, que no sabía amar, que qué pena de marido y de hijos con una mujer tan arisca y poco amable.

Sin embargo, su marido era feliz junto a esa mujer callada y un tanto huraña porque sabía cuánto amor ponía en cada plato que preparaba, en cada cama que hacía, en cada prenda que planchaba.

Y sus hijos adoraban a esa mujer adusta y seria porque sabían cuánto amor había en cada puntada dada a sus maltratadas ropas, en cada bocadillo que les preparaba, en cada rato que pasaba junto a ellos repasando los deberes.

Cierto, Fidelia era poco efusiva y escasamente afectuosa pero, al final de su largo y extenuante día, Fidelia había entregado mares de amor callado y generoso.

Fin

Califica esta entrada

Por favor, ¡Comparte!



Por favor, deja algunos comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *