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Ingrid y Sofía

Ingrid y Sofía. Karen Kirk, escritora argentina radicada en Ecuador. Cuento infantil sobre dos haditas especiales.

Ingrid y Sofía son hadas. Las hadas son seres mágicos, muy especiales. Revolotean por todos lados sin ser vistas, salvo algunas excepciones.

Lo más común es que habiten los bosques y en bellos jardines. Suelen volar entre las flores, esconderse entre sus pétalos y toman té de néctar de temporada a las cinco de la tarde. También habitan en las ciudades y viven en los parques y jardines de las casas. Cada hada tiene cierta tarea por cumplir.

Algunas protegen el agua, otras protegen los árboles, otras recolectan dientes de niños y otras ayudan a hacer los deberes. Ingrid es el hada de los dientes. Todos los niños cambian sus dientes, los niños humanos y los cachorritos de animales, y es precisamente Ingrid quien les ayuda en ese proceso.

Cuando a un niño se le cae un diente debe colocarlo debajo de su almohada. A la noche, cuando el niño está profundamente dormido, Ingrid aparece sigilosamente y se lleva el diente, en su lugar deja una moneda. El llevar un diente no es tarea fácil para Ingrid, primero porque el diente es muy pesado para ella y segundo porque volar con sobrepeso es complicado y peligroso. De todas formas, Ingrid se las arregla para siempre llevar a tiempo sus dientes.

Ingrid todos los días junta varios dientes. A la mañana siguiente de haber retirado los dientes de debajo de las almohadas se dedica a procesarlos. Tiene una máquina especial que muele y tritura los dientes, los pulveriza. Una vez pulverizados los dientes, los coloca en una vasija muy bonita y bien decorada y le pone un agregado muy especial: polvo de estrellas.

Esa vasija la lleva a una pequeña plataforma que gira muy velozmente. Al girar rápidamente los dientes pulverizados y el polvo de estrellas se mezclan perfectamente. Una vez obtenido el polvo, Ingrid lo coloca en una pequeña bolsita que lleva consigo y lo deja listo para utilizarlo por la noche.

A la noche siguiente de haber recolectado los dientes caídos de los niños, Ingrid vuelve sigilosamente a cada casa, entra al dormitorio del niño tal como lo hizo la noche anterior y muy suavemente, mientras el niño duerme, Ingrid esparce muy delicadamente sobre el cuerpo del niño, el polvo de estrellas y el diente micro pulverizado.

Los pocos y afortunados que han podido presenciar ese hecho generalmente son las mamás de los niños, que siempre van a ver si su hijo está arropado, y dicen que es un espectáculo maravilloso. Ingrid mueve sus alas tan rápido como las alas de un colibrí y al tiempo que bate sus alas, se desprenden de ellas diminutas chispitas y destellos de luz.

A medida que Ingrid vuela sobre el niño esparce el polvo de dientes caídos y estrellas y el polvo parece cobrar vida, porque también brilla y refulge en la oscuridad de la noche. De a poco el polvo se introduce en el cuerpo del niño y llega directo a sus huesos, haciéndolos crecer más sanos y fuertes.

Es para eso que las hadas como Ingrid recolectan los dientes, para crear un polvo mágico que hace crecer a los niños muy sanos y fuertes, sobre todo sus huesos. No todos los niños reciben la visita de Ingrid.

Algunos papás no les cuentan a sus hijos de la mágica existencia de las hadas, y es entonces que los niños no pueden conectarse con las hadas mientras sueñan, y así no pueden pedirles que vengan a visitarlos. Sólo aquellos que desean ver a las hadas y creen de verdad en ellas, con su corazón, pueden conectarse.

Es por eso que las hadas son tan especiales y raras de encontrar. Si viéramos hadas a cada rato y en todo lugar, serían comunes y ya no llamarían tanto nuestra atención tal y como lo hacen ahora. Sofía es amiga de Ingrid, pero ella tiene otra especialidad, es el hada de los deberes.

Sofía se encarga de dar pequeños premios a aquellos niños que se portan bien durante la clase y cumplen con sus obligaciones escolares. Sofía es diferente, ella puede volverse invisible cuando quiere. Pasea de manera invisible por las aulas donde están los niños y ve como trabajan y si hacen o no caso a sus profesores.

Aquellos niños que se portan bien en clase, hacen caso a sus maestros y realizan los deberes, Sofía les da una pequeña recompensa. Generalmente deja sus premios en las mochilas, en los cuartos o en el locker de cada niño, y siempre los acompaña una nota escrita en papel de hada que dice que reciben el premio por haberse portado bien en clase y hacer sus deberes.

Sofía significa sabiduría, es por eso que se le encargó la consigna de ser el hada de los deberes, porque si todos los niños hacen los deberes como se les indica, cuando crezcan sabrán muchas cosas y serán muy inteligentes y podrán ayudar a muchas personas. Ingrid y Sofía a menudo pasean juntas en sus tiempos libres, suelen reunirse a tomar té de néctar de flores y se encuentran con otras hadas. Charlan de mil y una cosas mientras recolectan fresias para preparar extractos y se cuentan sus aventuras.

Si a veces se escuchan risas y pequeños cuchicheos entre las flores y las hierbas, tengan por seguro que se trata de Ingrid y Sofía en una reunión de amigas.

Fin
Colorín colorado, esta historia se ha acabado, y el que no aplaude se queda pegado
Obra registrada ante el IEPI (Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual)
 
Ingrid y Sofía. Literatura infantil y juvenil, cuentos que no pasan de moda. Lecturas para niños de primaria. Historias para aprender leyendo.

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