Saltar al contenido

La luna de la dulce mirada

La luna de la dulce mirada

 

Apenas se asoma la luna de la dulce mirada
hoyuelos de niña, nariz respingada
y en ambos ojos una morisqueta dibujada
es el rostro de una señorita creciente y encantada.

Si te sientes apenado y no quieres decir nada
Solo mírala y ya estarás transformado,
pues, con su sonrisa de amor te habrá hechizado.

Aunque luzca poco iluminada, paciente y calmada
Ella te invita a estar animado
Ya que cuando su velo se halle levantado
todo cuanto hallas sembrado
Se habrá multiplicado.

Fin

Poesía sugerida para niños a partir de seis años

Califica esta entrada

Por favor, ¡Comparte!



Por favor, deja algunos comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Recibe nuevo contenido en tu E-mail

Ingrese su dirección de correo electrónico para recibir nuestro nuevo contenido en su casilla de e-mail.



Descubre más desde EnCuentos

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo