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Brenda la curandera ❤️ «No sólo eres bonita, también posees el don de la palabra…»

Por Encarnación Castro Moreno. Historias de amor con enseñanzas.

Aunque esta es una hermosa historia de amor entre una bella joven y el hijo de un duque, detrás de este sencillo relato se esconde una gran enseñanza para los niños y las niñas sobre el cuidado que debemos tener con los líquidos y alimentos que ingerimos y cómo debemos cuidadosamente prepararlos. Brenda la curandera es un cuento de la escritora española Encarnación Castro Moreno para niños en edad escolar. A continuación del cuento, un video con el relato del actor y cuentista Rodo Barone. ¡A disfrutarlo!

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Brenda la curandera

Brenda la curandera - Cuento educativo
Foto de Couleur

En lo profundo de un bosque, vivía un anciano con sus tres hijos, los dos jóvenes eran fuertes y robustos, ayudaban a su padre talando árboles y cortando leña, para más tarde venderla por los pueblos de los alrededores.

La más pequeña era una chica muy espabilada, a las que las gentes del lugar, requerían de vez en cuando, pues todos sabían que Brenda era una muy buena conocedora de las hierbas y plantas, que curaban a hombres y animales.

Un día acertó a pasar por allí el hijo del duque, y Brenda en cuanto lo vio, se enamoró de él.

Sabiendo que su amor nunca sería correspondido, suspiraba día y noche por el dueño de sus amores.

Se sentaba cada tarde, para verlo regresar de sus cacerías.

Y acaeció que un caluroso día de verano, estando como siempre esperando, para verlo de lejos, vio venir varios caballos, y a lomos de uno de ellos, le pareció ver, al hijo del duque.

Corrió a su encuentro, el escudero le dijo: que se había puesto a morir, al poco tiempo de beber agua de un pozo.

Brenda los condujo hasta su humilde casita, y en un camastro le dio acomodo.

Cuando la luz dio sobre el rostro del joven, pudo comprobar el color que estaba tomando su piel, le miró a los ojos y leyó en sus pupilas, qué era lo que estaba atacando y dañando aquel cuerpo, que ahora yacía, en su cama.

Buscó en la alacena, cogió un mortero y comenzó a triturar hojas de tejo y dientes de león. Hirvió el agua, que tomó el color del barro, después se lo dio a beber a pequeños sorbos.

Su madre le había enseñado el arte de conocer las hiervas y poder curar con ellas.

El joven duque deliraba, la fiebre le subió, y Brenda enfrió unas gasas en el agua del río, con ellas envolvió el cuerpo de su amado.

Luego encendió un fuego en una marmita, cerró las ventanas, y se quedó a solas, todo el día y toda la noche velando sus sueños.

A la mañana siguiente, el joven duque abrió los ojos, pidió agua, sintiendo cómo la vida le volvía al cuerpo. Brenda corrió a su lado y el duque al verla le dijo: ¿cómo te llamas linda muchacha?, ¿a quién debo agradecer que me encuentre de nuevo en el mundo de los vivos?

Brenda es mi nombre señor, y yo soy quien ha velado por su salud.

El hijo del duque, quedó prendado de la hermosura y buen corazón de aquella muchacha.

Una vez repuestas las fuerzas con unas viandas que la chica preparó, el joven se disponía a despedirse de la curandera.

Brenda le dijo:

Señor, prometedme que de ahora en adelante mandará a hervir el agua antes de tomarla, y cuando estuviere por aquellos parajes, cuando sintiera sed, bebería de un río o arroyo, de un agua que fluyera, y no de la que estuviese quieta. Cuidaos de comer carne que no esté lo suficientemente, hervida o asada. Debéis mandar a lavar toda fruta y verdura antes de comérosla, pues os pueden traer algún mal. No malgastéis energías innecesarias, disfrutad del aire fresco de la mañana, y cuidaos del frío de la noche.

Y tomando sus manos entre las suyas le dijo:

Mi madre me enseñó que el cuerpo es el templo del alma, y tenemos el deber de cuidar de ambos. Cada vida es sagrada, un milagro inexplicable que está sucediendo día a día, sucede cada vez que un hombre y una mujer se aman.

No sólo eres bonita, también posees el don de la palabra -le dijo el hijo del duque complacido.

Agradeció la ayuda que desinteresadamente le había prestado, llevándose a sus dos hermanos, como guardia personal, y a Brenda la llevó a palacio para presentarla a sus padres, cómo su futura esposa.

Brenda pudo enseñar el arte de curar, con la ayuda de su esposo, y para que no se perdieran esos conocimientos, mandó al escribano a que recogiera en un libro, todo aquel saber de su encantadora mujercita.

Fin.

Brenda la curandera es un cuento de la escritora Encarnación Castro Moreno © Todos los derechos reservados.

Brenda la curandera, por Rodo Barone

Sobre Encarnación Castro Moreno

Encarnación Castro Moreno - Escritora

Encarnación Castro Moreno nació en Sevilla, España. Siempre estuvo ligada al mundo de los libros‭, ‬con un acusado interés por la lectura y la escritura‭. ‬Ha estado a cargo, durante más de 30‭ ‬años, de la librería Federico García Lorca en su ciudad natal‭.‬

De formación autodidacta‭, ‬ha dedicado parte de su tiempo a las reivindicaciones sociales‭. ‬Socia fundadora de Crisol‭, ‬una asociación de desarrollo personal‭, ‬donde le gusta enseñar a los niños cómo crear sus propios cuentos‭, ‬labor que realiza en sus talleres‭.‬

Colaboradora del programa de radio Las 4‭ ‬Estaciones‭ (‬98.4‭ ‬F.M‭.). ‬Ejerce también el voluntariado en la Fundación Vicente Ferrer‭. ‬En 2010‭ ‬publica su primer libro‭, ‬Cuentos del Jardín Encantado‭, ‬editado por Hufeland Internacional‭, ‬destinándose parte de esos beneficios a esa Fundación‭.‬

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