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La señora PALABRA estaba muy ocupada esos días, no le quedaba tiempo para mandar postales de cumpleaños, escribir un te quiero a sus amigos… Pero ese día tan pronto salió el sol ya estaba lista para aquél libro de cuentos que llevaría al Jardín de Infantes precisamente a la salita amarilla!!!

Los niños de esa salita eran de cinco años y el cuento debería ser acorde a sus edades…

PALABRA escribió: Dicen que en un reino lejano había un hechicero que tenía la mala costumbre de borrar las pisadas que lo llevaban hacia lo alto de la torre. Allí vivía una anciana que sabía toda las cosas que acontecían en el reino que digo reino!… en todo la aldea!…Y el hechicero siempre preguntaba todo para ganarse la confianza del Rey.

Esa mañana un joven jinete ató su caballo a la sombra del frondoso árbol, cuyos dulces frutos curvaban sus ramas.

Entre tanto cortó algunos de esos frutos rojos y deliciosos, un caballero que buscaba un ayudante para cuidar los caballos del castillo se acercó a preguntarle si quería trabajar para el Rey.

Diego de Fajardo, el joven jinete, lo miró; siempre había querido trabajar en el castillo.

-Si señor estoy a sus órdenes… ¿Cuándo puedo presentarme?

-Hoy mismo- Y diciendo esto el caballero partió.

Diego de Fajardo guardó su capa mágica y siguió al caballero.

PALABRA tenía la costumbre de enredar los cuentos!!!

 

Continuará…

Capitulo II

Las palabras viajan III es uno de los cuentos  cortos infantiles de la escritora María Teresa Di Dio sugerido para niños de todas las edades.

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