Saltar al contenido

La historia de Erika 《 En su camino hacia la muerte, mi madre me lanzó a la vida 》 De Ruth Vander Zee.

Cuentos para jóvenes, adolescentes y adultos.

La historia de Erika, parte del viaje que realizó una bebé, que es quien cuenta la historia, en compañía de sus padres en uno de los trenes enviados por los nazis a los campos de exterminio. El cuento es un extracto del libro del mismo nombre, de la escritora norteamericana Ruth Vander Zee. Recomendado para adolescentes, jóvenes y adultos.

«En 1995 conocí a Erika, la protagonista de mi primer libro. Su historia era tan convincente que necesitaba escribirla. Desde entonces, he tenido el privilegio de conocer y contar las historias igualmente convincentes de otros. Brillantes ilustradores se sumaron y completaron los detalles de las historias con su propio arte y pasión».

Ruth Vander Zee

Luego, si te gusta el cuento de Ruth, por favor, déjanos algunos comentarios (✍🏼), califica con estrellas la historia (⭐) y compártela con algunos adolescentes y jóvenes a través de las redes sociales o descárgala como PDF y envíala por correo electrónico, Telegram o Whatsapp (🙏🏼). ¡Gracias!

La historia de Erika

La historia de Erika - Cuento
La historia de Erika – Ilustración de Roberto Innocenti

Nota de la autora

En 1995, cincuenta años después de la 2a Guerra Mundial, conocí a la protagonista de esta historia. Mi marido y yo estábamos sentados en un banco en Rothenburg, Alemania, mirando cómo un equipo de limpieza recogía del suelo un montón de tejas rotas del ayuntamiento.

La noche anterior, un tornado había arrasado este hermoso pueblo medieval llenando sus calles de escombros. Un comerciante entrado en años que andaba por allí nos dijo que aquella tormenta había causado tantos daños como el último ataque de las tropas aliadas en la guerra.

Cuando el comerciante volvió a atender su negocio, una mujer que estaba sentada a nuestro lado se presentó a sí misma como Erika. Nos preguntó si estábamos de viaje.

Cuando le dije que sí, que habíamos estado estudiando durante dos semanas en Jerusalén, nos respondió con tristeza que siempre había deseado visitar esa ciudad pero que nunca se lo había podido permitir.

Observé que llevaba al cuello una cadena de oro con una Estrella de David, así que le comenté que, después de estar en Israel, habíamos pasado por Austria donde visitamos el campo de concentración de Mauthausen.

Erika nos dijo que en una ocasión había llegado hasta las mismas puertas de Dachau, pero que no había sido capaz de entrar.

Entonces nos contó su historia.

Entre 1933 y 1945, seis millones de los míos fueron asesinados.

Unos murieron de un tiro. Otros murieron de hambre.

Y otros muchos murieron en hornos crematorios o asfixiados en cámaras de gas.

Nací en 1933. No sé mi fecha de nacimiento.

No sé qué nombre me pusieron. No sé en qué ciudad o en qué país vine al mundo.

Tampoco sé si tuve hermanos.

Lo que sé con certeza, es que cuando apenas tena unos meses me salvé del Holocausto. Muchas veces trato de imaginar cómo sería la vida de mi familia durante las últimas semanas que pasamos juntos.

Me imagino a mis padres despojados de cuanto poseían, obligados a abandonar su casa y forzados a vivir en un gueto. Quizá después nos trasladaron a otro lugar. Mis padres debían de estar ansiosos por abandonar aquella zona de la ciudad cercada con alambres de espino en la que habían sido recluidos.

Querrían huir del tifus, del hacinamiento, de la suciedad y del hambre. Pero, ¿se imaginaban dónde iban a acabar? ¿Les habían dicho que los llevarían a un lugar mejor? ¿Un lugar donde hubiese comida y trabajo? ¿Habían oído hablar de los campos de la muerte? Me pregunto qué sintieron mientras eran conducidos como un rebaño a la estación de ferrocarril junto con otros cientos de judíos.

De pie. Apiñados en un vagón para ganado. ¿Tuvieron miedo al oír el golpe seco del cerrojo de la puerta? Seguramente el tren fue de pueblo en pueblo, atravesando hermosos paisajes, extrañamente ajenos al terror. ¿Cuántos días estuvimos en ese tren? ¿Cuántas horas estuvieron mis padres soportando aquel hacinamiento?

Me imagino a mi madre acurrucándome entre sus brazos para protegerme del hedor, de los llantos y del miedo que había dentro de aquel vagón. Sin duda, en ese momento ya sabían que no nos dirigíamos a buen lugar. Me pregunto dónde estaría ella. ¿En mitad del vagón? ¿Estaría mi padre a su lado? ¿Le dio ánimos? ¿Hablaron de lo que podían hacer? ¿En qué momento tomaron la decisión? ¿Cómo se abrió paso mi madre entre tanta gente para llegar a la pared de madera del vagón?

¿Diría: “déjenme pasar por favor… por favor… por favor…”? Mientras me envolvía con cariño en una manta, ¿susurraría mi nombre? ¿Me llenaría la cara de besos y me diría cuánto me quería? ¿Lloraría? ¿Rezaría? Quizá mi madre, cuando el tren redujo la marcha al pasar por un pueblo, miró a través del ventanuco del vagón; y con la ayuda de mi padre, forzó el alambre de espino que cubría el hueco.

Probablemente me aupó por encima de su cabeza, hacia la tenue claridad que por allí entraba. Lo único de lo que estoy segura es de lo que ocurrió después. Mi madre me tiró del tren. Caí sobre la hierba, junto a un paso a nivel. La gente que estaba esperando a que pasara el tren, vio cómo me arrojaban desde un vagón de ganado. En su camino hacia la muerte, mi madre me lanzó a la vida.

Alguien me recogió y me entregó a una mujer para que me cuidara. Ella arriesgó su vida por mí. Calculó mi edad y me puso una fecha de nacimiento. Decidió que me llamaría Erika. Me dio un hogar, me alimentó, me vistió y me mandó a la escuela. Fue buena conmigo.

A los veintiún años me casé con un hombre maravilloso. Él me liberó de la tristeza que a menudo me embargaba y supo entender mi deseo de formar una familia. Tuvimos tres hijos y ahora ellos tienen sus propios hijos.

En sus caras, me reconozco a mí misma. Alguien dijo un día que nosotros llegaríamos a ser tantos como estrellas hay en el firmamento. Seis millones de esas estrellas se apagaron entre 1933 y 1945.

Cada una de ellas era uno de los míos cuya vida fue destruida y cuya familia fue tronchada como un árbol.

Y mi estrella todavía brilla en el cielo.

Fin.

La historia de Erika es un cuento de la escritora Ruth Vander Zee © Todos los derechos reservados.
Del libro «La historia de Erika» de Ruth Vander Zee, con ilustraciones de Roberto Innocenti. Editorial Kalandraka. Pontevedra, 2005 (Reedición: 2014).

La historia de Erika en video

Sobre Ruth Vander Zee

Ruth Vander Zee - Escritora

«Crecí con ellas. Mi papá contaba historias en la mesa de la cena cada noche. A veces los mismos una y otra vez. Esas historias, hervidas a fuego lento con la vida, la emoción, las pasiones y el anhelo».

«Más tarde, cuando finalmente obtuve mi título de educación a la edad de cuarenta años…, encontré mi lugar en un aula de séptimo grado. Las historias abrieron el mundo a mis alumnos».

«Ahora, después de muchas visitas escolares donde los estudiantes se quedan para hablar, me confirman lo que todos sabemos. Las historias nos conectan entre nosotros».

«Escribo historias para niños que atraviesan momentos difíciles con fuerza, coraje y esperanza. Escribo historias para niños que hacen preguntas, que se preguntan por qué y que se dan cuenta de las cosas. Aunque estos niños no han tenido las mismas experiencias que los protagonistas de mis historias, comparten, con una comprensión profunda, las verdades de las historias».

Ruth nació en Chicago, Estados Unidos en el año 1944 y junto a su esposo Vern, han vivido en el sur de California, Chicago y Miami. Han regresado al área de la Bahía y actualmente viven en San José, CA.

Sitio web de Ruth Vander Zee.

Libro «La historia de Erika», de Ruth Vander Zee

La historia de Erika - Libro de Ruth Vander Zee

Historia estremecedora e impactante, la de Erika. Su memoria imborrable es la de una superviviente del mayor genocidio del siglo XX. La Editorial Kalandraka aspira a concienciar a los lectores de que nunca más se repita tal tragedia, al cumplirse 70 años de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz.

«En su camino hacia la muerte, mi madre me lanzó a la vida», escribe la autora evocando las palabras de Erika, a quien conoció en Rothenburgo.

Frases breves, contundentes y evocadoras reflejan el drama que afectó a seis millones de personas entre 1933 y 1945. Erika se hace constantes preguntas sobre las condiciones de vida de su familia durante la reclusión en el gueto, o los últimos momentos en brazos de sus padres en un tren hacinado que les llevaba a algún lugar de Alemania para sufrir tortura: Auschwitz, Birkenau, Mauthausen, Dachau, Monowitz…

Las ilustraciones, de Roberto Innocenti, refuerzan los profundos sentimientos que la autora transmite con el texto. Su estilo es hiperrealista, como fotogramas de una película: colorea con paleta de grises las imágenes evocadoras de la historia y reserva el color para escenas puntuales, jugando con el pasado y el presente.

Comprar el libro «La historia de Erika»

Sobre Roberto Innocenti

Roberto Innocenti - Ilustrador

Roberto Innocenti nació en Florencia, Italia en 1940. De formación autodidacta, inició su trayectoria artística en un estudio de animación; también trabajó en la diagramación de libros y el diseño de carteles para cine y teatro. Ilustró textos de Eta Hoffmann, Charles Perrault, Oscar Wilde y Christophe Gallaz. Sus obras se han publicado en todo el mundo.

Entre otras distinciones, ha recibido la Manzana de Oro en la Bienal de Bratislava, la Medalla de Plata de la Sociedad de Ilustradores de Nueva York y el Premio Hans Christian Andersen 2008

Sitio web de Roberto Innocenti.

Otra historia relacionadas al pueblo judío

«Los niños son asombrosos. Cuando se les presenta un mundo fracturado creado por aquellos que toman decisiones egoístas, malas o incluso perversas, muchos niños responden con valentía, sabiduría y esperanza. Conocí a algunos de estos niños y son mi inspiración».

Ruth Vander Zee

¿Qué te pareció el cuento «La historia de Erika«? Por favor, califica este cuento con estrellas (⭐), deja algunas palabras sobre lo que te ha parecido, puedes utilizar la sección se comentarios (✍🏼). También puedes compartirlo con otras personas, utiliza los botones de redes sociales que están a continuación (🙏🏼). ¡Gracias!

5/5 - (7 votos)

Por favor, ¡Comparte!



Por favor, deja algunos comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Recibe nuevo contenido en tu E-mail

Ingrese su dirección de correo electrónico para recibir nuestro nuevo contenido en su casilla de e-mail.



Descubre más desde EnCuentos

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo