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Recomendamos iniciar a los niños en la lectura desde muy temprano

¿Por qué leer a los niños desde la primera infancia?

 

Desde Fundación Leer recomendamos iniciar a los niños en la lectura desde muy temprano, aún antes del nacimiento.

Nos basamos en los conceptos de la pedagoga Yolanda Reyes, que dice que “hay que leerle a la panza”. El mejor contacto con el lenguaje poético, el lenguaje de la imaginación es el que se da y se transmite desde el momento mismo del nacimiento.

No importa si el bebé no puede comprender aún, porque está recibiendo un estímulo importante, que lo vincula con el mundo de los adultos, con el afecto dado a través de la palabra.

Acercar a los niños a la lectura tiene que ver con crear espacios, conversar con ellos, mirar libros, revistas, comentarlos, compartir experiencias. A veces, ir a una librería con los chicos –sin importar la edad que tengan, aunque sean bebés- recorrer las mesas, mirar los libros, hacer comentarios sobre las tapas, los colores, los autores, puede ser más inspirador que llevarles un libro que compró el adulto por su cuenta.

La lectura en voz alta es otra estrategia fundamental. Está profundamente ligada a las mejores experiencias de los lectores y hay que crear ese espacio siempre. Leerles, aun cuando los chicos ya sean capaces de leer solos. Los chicos un poco más grandes, a veces pueden ser reacios, pero depende de cómo se encare la propuesta, nunca hay que imponerles, siempre se trata de una invitación para compartir un buen momento juntos. Es muy placentero escuchar una buena lectura y es un registro que nos queda para siempre.

Por supuesto, que si partimos de la idea de que hay que leerles “desde la panza” no se puede delegar en la escuela la promoción de la lectura. La escuela puede enseñar a leer, pero aprender a leer no es lo mismo que leer por placer.

Si bien la primera infancia -el período que va desde el nacimiento hasta los 5 años- resulta fundamental para acceder a la lectura, porque es la etapa donde se forjan los hábitos, hay que volver siempre al trabajo de estimular, de acompañar, de dar oportunidades para nuevas experiencias de lectura, aun cuando se trate de chicos ya mayores.

Los adultos, si realmente queremos formar lectores, tenemos la obligación de ir siempre por más, desterrando la idea de que la literatura infantil es un género menor. Ante la consulta de los padres o de cualquier adulto sobre cuáles son los libros más adecuados para las distintas edades, les aconsejamos siempre no guiarse tanto por la segmentación en edades, sino por la calidad literaria y tener en cuenta que los materiales más interesantes de las librerías no siempre son los que están en las vidrieras.

Finalmente, ¿por qué tanto empeño en formar lectores? En Fundación Leer estamos convencidos de que los chicos que tienen la oportunidad de formarse como lectores tienen mayores habilidades discursivas para cualquier orden de la vida; pueden pensar más y mejor, en el sentido de que están en condiciones de desarrollar un pensamiento autónomo y crítico, respecto de lo que los rodea. Tienen también una capacidad creativa mucho más amplia.

Por Rocío Bressia, responsable de contenidos y Capacitación de Fundación Leer, www.leer.org.ar

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