Saltar al contenido

Las ilusiones de Papá Noel y los Reyes entre los chicos

Las ilusiones de Papá Noel y los Reyes entre los chicos

La infancia es sin dudas la etapa de la vida donde más ilusiones se viven.

Muchas de ellas sólo motivadas por la creatividad de los niños, otras por la intervención de los adultos quienes invitan a jugar en torno a personajes que tradicionalmente conviven con la mayoría de las familias: Papá Noel, el Ratón Pérez, Los Reyes Magos, entre otros.

Cada familia tiene algunos detalles de su propia versión de cada uno de ellos pero comparten un secreto común: alentar a los niños de la familia a creer y esperar las bondades de estos personajes, relacionadas en general con regalos y fechas que marcan el almanaque.

Los niños participan de estas creencias con mucho entusiasmo: contando los días que faltan para que lleguen, las horas para abrir los regalos, se duermen mientras espían para ver si sorprenden al ratón Pérez infraganti con su diente recién caído… En líneas generales todos los adultos estamos de acuerdo en continuar con esta fantasía, pero la diferencia llega de la mano de hasta cuándo… Como la mayoría de las fantasías en algún m omento llega su fin.

Los niños crecen, algún primo o amigo insinúa alguna responsabilidad de las padres en los regalos, otros comienzan a descreer de afirmaciones que hasta hace unos meses eran irrefutables y comienzan las preguntas con tono de desconfianza: pero cómo hace…pero si yo no lo vi…

A decir verdad muchos niños conocen la realidad de la este juego tiempo antes de hacérnoslo saber a los adultos. Tal vez temen desilusionarnos a nosotros? Puede ser. Si logramos entrar en el juego, si comprar y esconder los regalos es motivo de disfrute, si armamos el arbolito sonriendo y sacando fotos a nuestros niños, de alguna manera también renovamos nuestra propia ilusión. El tema es entonces hasta cuándo mantenerla.

Me parece que no se trata de poner una edad arbitrariamente: hay niños que llegan más rápidamente a sospechar algo, otros más ingenuos permanecen más tiempo creyendo esta fantasía. Por eso una buena brújula para respondernos esto son las características de nuestros niños y de su grupo de pertenencia.

No nos olvidemos que por postergar su propia satisfacción algunos padres logran convencer a sus hijos de la verosimilitud de todo ello mientras que sus amigos conocen la verdad y esto puede ser perjudicial para su socialización: pueden burlarse de él, o sentir asimetría y alejarse.

Cuando vemos entonces que sus amigos conocen la verdad del juego y que nuestro hijo ya está preguntando con mirada de algo que no le cierra: llegó el momento de contra las cosas como son, y esperar su reacción.

He escuchado en el consultorio que hay niños que con esta explicación se alivian: algo sabían pero no terminaban de sacar conclusiones. Otros que deseaban permanecer en el lugar del niñito de la familia y se enojan: por qué me lo contaste? Otros que lo toman amorosamente y algunos que sienten que le mintieron todos estos años.

Por ello es importante encontrar el mejor momento para develar el secreto en relación al desarrollo del pequeño y hacerlo contándole de la tradición por años de estas historias, del amor de los adultos que lo mantienen y hacerlo partícipe de continuar con ello para los más chiquitos que él en la familia.

Se trata de un juego en el que la fantasía y la ilusión van de la mano. Sería importante poder proponerse continuar fantaseando e ilusionándose con diferentes cosas toda la vida…

Por Lic. Marisa Russomando, Psicóloga (MN) 23189

www.marisarussomando.com.ar, Directora de Espacio La Cigüeña.

Califica esta entrada

Por favor, ¡Comparte!



Por favor, deja algunos comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Recibe nuevo contenido en tu E-mail

Ingrese su dirección de correo electrónico para recibir nuestro nuevo contenido en su casilla de e-mail.



Descubre más desde EnCuentos

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo