Saltar al contenido

Sentado después de almuerzo,
reposando alguna siesta.
Viendo pasar los niños
que transitaban en esos días.

Los recuerdos se presentaban,
de su familia grande.
Iluminándose sus ojos,
brillantes,
resaltaban su color verde claro.

Con el dorso de su mano, restregábalos,
dando a entender
que las nubes pasaron
bordeando el río.

Ahí, meciéndose,
recordando su familia grande.

Fin

Poesía sugerida para jóvenes y adultos

Califica esta entrada

Por favor, ¡Comparte!



Por favor, deja algunos comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Recibe nuevo contenido en tu E-mail

Ingrese su dirección de correo electrónico para recibir nuestro nuevo contenido en su casilla de e-mail.



Descubre más desde EnCuentos

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo