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¿Por qué es tan importante la estimulación temprana?

La estimulación temprana sirve de guía en el desarrollo evolutivo y puede extenderse a toda la población infantil de 0 a 4 años.

En este período de vida aparecen adquisiciones básicas como el control cefálico, coordinación binocular, sedestación, sonidos, palabras, estructuración del pensamiento y de la personalidad. Responde a una doble preocupación: asegurar el desarrollo funcional teniendo en cuenta las posibilidades del niño, y ayudar el desenvolvimiento de su afectividad y equilibrio, mediante los intercambios con el entorno.

Los programas de Estimulación temprana, ayudan a los niños en su desarrollo. Les proporcionan actividades adecuadas con el fin de mejorar, en la medida de lo posible los niveles madurativos en las distintas áreas. Y también ayudan a los padres y a toda la familia a poder relacionarse con el niño de la mejor manera posible, los ayudan a que se ajusten a la nueva situación y les proporcionan el apoyo necesario para poder educar a su hijo.

Los padres deben darles mucho amor, cuidados y el soporte necesario para que sean reconocidos y valorados tanto dentro de sus familias como dentro de la sociedad.

El niño necesitará que se le enseñe de un modo diferente, con una metodología más sistematizada, con objetivos más parcelados, con pasos intermedios más pequeños, con mayor variedad de materiales y de actividades, con un lenguaje más sencillo, claro y concreto, poniendo más cuidado y énfasis en los aspectos de motivación e interés, repitiendo más variedad de ejercicios y practicando en otros ambientes y situaciones, inventando cosas nuevas, usando la creatividad y la imaginación y observando los resultados.

El objetivo fundamental es lograr que el niño adquiera las progresivas etapas de su desarrollo de la forma más adecuada y correcta posible, con el mínimo retraso en relación con el progreso que realizan los niños sin dificultades. Todo esto en la medida de las posibilidades del niño y su familia.

Además la estimulación temprana apunta a normalizar las pautas de vida, ayuda a despertar el interés en los acontecimientos de la vida, y pretende favorecer la autonomía del sujeto y lograr un nivel socioeducativo aceptable. El trabajo tiene que ser divertido para el niño, siguiendo los ritmos que él marque, y teniendo fe en sus posibilidades.

Durante los tres primeros años de vida los programas de Atención Temprana contienen una serie de objetivos que deben trabajarse porque, de lo contrario, se corre el riesgo de que el niño con dificultades no logre esa destreza o habilidad o la logre de un modo inadecuado.

Es importante empezar lo antes posible, ya que a partir de los primeros meses se desarrollan y maduran las capacidades del lenguaje lo sensorial, físico y psicológico; que son fundamentales y prioritarias. Es un periodo vital, caracterizado por un potente ritmo evolutivo, donde la capacidad de adaptación del sistema nervioso y del cerebro es un factor determinante para el desarrollo posterior. Por este motivo, se debe posibilitar que las primeras experiencias del niño con el mundo exterior, garanticen el máximo desarrollo global de todas sus capacidades.

¿A quién va dirigida la Estimulación Temprana?

Los programas de Estimulación Temprana, proporcionan actividades adecuadas a los niños con problemas evolutivos con el fin de mejorar, en la medida de lo posible, sus niveles madurativos en las distintas áreas. Estos programas deben tener en cuenta a la familia del niño deficiente o de alto riesgo, ayudarle en su ajuste a la nueva situación y proporcionarle el apoyo necesario para educar al niño. Por lo tanto la ET está dirigida al niño, la familia y a la comunidad.

La ET tiene una faceta preventiva porque trata de frenar el deterioro progresivo de sus niveles de desarrollo, evitando que los niños presenten alteraciones mas graves en distintos aspectos de su desarrollo. Y también la prevención vale para las familias ya que permite comportamientos más realistas que benefician más al niño.

La ET también se da en niños de alto riesgo biológico, y niños de alto riesgo socio-ambiental. Riesgo biológico: Son niños que han experimentado un fenómeno o secuencia de acontecimientos desencadenantes de posibles lesiones cerebrales con secuelas conductuales o neuroevolutivas negativas a largo plazo.

Se incluyen:

• los niños de bajo peso al nacer. (inferior a 2.000- 2.5000 gramos)

• los niños con asfixia perinatal

• Los niños que han sufrido infecciones del sistema nervioso central (meningitis, encefalitis)

• Niños con hipoxia sostenida.

• Niños que han sufrido traumatismos cráneo-encefálicos

• Niños con problemas en el período neonatal.

Riesgo socio-ambiental: Se incluyen los niños que proceden de ambientes socio-económicos muy desfavorecidos, niños que viven en condiciones de crianza totalmente inadecuadas para un desarrollo integral normal. Hijos de familias que viven en la pobreza, hijos de madres jóvenes, hijos de madres deficientes, hijos de padres alcohólicos o drogadictos.

¿Cuál es la función de los padres en los programas de Estimulación Temprana?

Es muy importante incluir a los padres desde el principio en el programa de ET, antes de que éstos desarrollen relaciones negativas con sus hijos. Son programas basados en los padres, ya que éstos aprenden del profesional y luego se les anima a seguir con el programa en casa.

El programa de estimulación se desarrolla como una acción global que puede ayudarles a ellos y al niño, por medio de la información y la observación, que llevará implícito un trabajo más elaborado de programación de objetivos de desarrollo, que ellos van a poner en práctica en su casa, de una manera relajada, aprovechando el ambiente familiar con todas las posibilidades que tiene.

Estos padres disfrutarán al jugar con el niño, aceptarán los consejos de los profesionales, pero sin depender exclusivamente de ellos, aportando ideas conforme se van realizando los aprendizajes. Adquirirán más seguridad y confianza en sus propias posibilidades como padres, conociendo sus propias limitaciones, planteándose unos objetivos sensatos a lograr con el niño.

Los programas de estimulación constituyen sugerencias que ellos probablemente van a adaptar a su propio ambiente familiar. Los objetivos del programa deben ser bien explicados, con pautas sencillas y con una extensión suficiente. Éstos irán variando cuando los logros del niño así lo requieran, sin plazo fijo ni frustración porque se tarde en conseguirlos Cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo y sólo se le puede comparar con él mismo.

¿Qué áreas se trabajan?

Es muy importante que la familia y el profesional trabajen juntos en la planificación y realización de metas y objetivos y en movilizar recursos para solucionar los problemas. Es importante diseñar programas para el niño, considerar la situación familiar, seleccionar los objetivos, intervenir y evaluar el progreso hacia las metas establecidas.

Se deben trabajar todas las áreas, aunque se hará más hincapié en unas que en otras, de acuerdo a la necesidad del niño. Las áreas junto con los objetivos que se trabajan son:

Motricidad gruesa y fina: el objetivo está orientado para que el niño obtenga un control sobre sus músculos grandes y pequeños, que le permitirán tener la coordinación necesaria para moverse libremente.

Lenguaje: se encamina a lograr la comprensión de su lenguaje, para expresarse a través de él. Cognición: Le permitirá su integración intelectual.

Personal y emocional: se ocupa de hacer al niño independiente en tareas tales como alimentarse y vestirse. Social: Le proporciona los elementos necesarios para adaptarse al medio ambiente donde se desenvuelve.

Hay que tener en cuenta el tipo de intervención, la frecuencia de las sesiones y el lugar donde se realizan, el tipo de material que se va a utilizar, etc.

Esto va a depender del tipo de alteración o de aquello que queramos potenciar.

Forma de trabajo Son sesiones de 60 minutos aproximadamente, una o dos veces por semana. La modalidad es trabajar junto a los padres e ir mostrándoles las habilidades que va adquiriendo el niño, y también sugerirles algunas formas para jugar con él durante la semana.

Se ofrece al niño un espacio de juego donde pueda construir sus aprendizajes a través de su hacer y descubrir. La participación de los padres en la sesión permite que al jugar, observar, preguntar, pensar, hablar, escuchar, etc., vayan descubriendo a su hijo, oculto detrás de un diagnóstico.

Hay tres formas de trabajar:

A) En domicilio: La estimuladora va al domicilio, trabaja con uno o varios miembros de la familia, orienta a los padres sobre los objetivos del tratamiento, ayuda a mejorar el ambiente físico, y resolver pequeñas dudas ofreciendo el apoyo necesario.

B) En el consultorio: La familia concurre al consultorio y allí reciben las sesiones pertinentes.

C) Una combinación de ambos: Durante los primeros meses la estimuladora concurre al domicilio y pasado unos meses, la familia se dirige al consultorio.

La modalidad de trabajo varía con cada familia y se estipula antes de comenzar el tratamiento.

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