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Fundacion Añil ¿Qué es? ¿Qué actividades realiza?

Asociaciones y fundaciones

Las situaciones traumáticas puede marcarnos para toda la vida. Genialmente no es fácil salir de ellas. No siempre podemos solos. Fundacion Añil trabaja para que salir adelante, mas allá de la situación que nos haya tocado, vivir sea posible y de la mejor manera. Resiliencia es un término que tal vez mucho no conocen: deriva de la  física de los metales. Capacidad potencial del individuo para hacer frente a la adversidad en extremo traumática, y salir de ella fortalecido e incluso creativo.

Ante una situación por demás adversa, podemos quedarnos detenidos en el dolor y el miedo o decidir enfrentarla, salir adelante y por qué no capitalizar la experiencia para fortalecernos como personas. Fundación Añil trabaja para ayudar a que esto sea posible. Este es el trabajo que realiza y su historia:

Presentación de Fundación Añil

Fundación Añil, es un Centro de Resiliencia que se ocupa de promover las fortalezas de los seres humanos que pasan o pasaron por situaciones traumáticas, para que las mismas no actúen como un factor de ocultamiento de sus capacidades.
Haciendo foco en las potencialidades y no en el déficit, Añil trabaja para que las fragilidades no pongan en riesgo la integridad de la persona.

Actualmente Fundación Añil promueve la Resiliencia en niños, jóvenes, docentes y padres, a través de diferentes actividades.
Se lleva adelante un innovador programa educativo-terapéutico basado en la exploración del potencial, a través del cual se procura que niños y adolescentes, puedan desarrollar al máximo sus posibilidades para convertirse en futuros dignos ciudadanos.
El método de abordaje de Añil atiende a un nuevo paradigma en el ámbito de la salud y la educación, dedicándose a destinatarios con potencial intelectual normal pero que, dada la situación de fragilidad por la que atraviesan, necesitan asistencia para evitar nuevos traumas.
Hasta hace unas décadas, pocas personas sobrevivían a enfermedades físicas graves, ahora, en cambio, la ciencia ha conseguido rescatar para la vida a gran cantidad de niños y jóvenes que pueden prolongar en el tiempo sus expectativas. En ese sentido a Añil le compete el trabajo de rescate y protección de la integridad de esas personas, para que aún durante y después de situaciones traumáticas puedan ejercer su vida plena en este mundo.

Destinatarios de Fundación Añil

• Niños y jóvenes
– Con enfermedades crónicas: asma, cardiopatías, diabetes etc. En procesos quirúrgicos, postransplantados o en rehabilitación, con dificultades físicas y o motrices. Víctimas de accidentes.
– Con dificultades en el rendimiento o la inserción escolar o social: pérdidas afectivas, dificultades de comunicación, baja autoestima, timidez, hipersensibilidad.
–  Jóvenes con dificultades de salud o miedos frente a exámenes, que necesitan fortalecerse para hacer frente, con su desventaja, a su vida universitaria y laboral.

Todos ellos tienen un denominador común: afrontan una dificultad, tienen un potencial intelectual normal, y asisten a escuela común.

También son destinatarios de Fundación Añil:
• Padres que desean conocer las estrategias para ayudar de manera efectiva a sus hijos en dificultades.

• Docentes que quieren indagar sobre el abordaje de la Resiliencia para el trabajo áulico con sus alumnos.

• Artistas, científicos-técnicos que con su labor difundan mensajes resilientes, y contribuyan a generar una sociedad más justa y pacífica.

Misión de Fundación Añil

• Con enfoque de resiliencia, trabajar desde las artes, las ciencias, los idiomas y la salud, para el rescate de niños-niñas y jóvenes que a pesar de sus desventajas poseen todas las condiciones para convertirse en dignos ciudadanos.
• Difundir la obra de artistas, científicos y técnicos que contribuya al desarrollo inclusivo y pacífico de la sociedad.
• Desarrollar actividades pedagógicas de extensión procurando una llegada a nuevos públicos, y también como fuente de autofinanciamiento.

La historia resiliente de Adelia

Adelia Setto nació en Wenceslao Escalante, Provincia de Córdoba, en 1952. Su pueblo gringo “plagado” de girasoles y mariposas multicolores la ayudó a hacerse artesana, según cuentan, desde muy pequeña. Así fue como con tortas de barro, canastos de cola de zorro, y alhajas de flores hizo frente a las dificultades de salud.

Las enfermedades de la infancia limitaron, mas tarde, su mapa laboral; sin embargo, el deseo de inclusión la llevó a no aceptar nunca esos determinismos.

A los doce años, después de la última cirugía de columna, le regalaron una caja de acuarelas, y según cuenta, fascinada con los relieves modernos de las Galerías Ames, Mariano y Cinerama de Córdoba Capital, comenzó a pintar figuras geométricas.

Aún enyesada desde la pelvis hasta el mentón ingresó al secundario con la idea de seguir magisterio, ya que en aquel tiempo se podía ser maestra desde el nivel medio. Sin embargo, solo logró permanecer en su banco tres días porque la radiografía de columna decidió por ella que debía estudiar perito mercantil, sin importar su perfil docente y humanista, que de hecho, nadie sondeó.

A los 15 años comenzó a estudiar dibujo con “Coco” Rivolta. Y aunque nunca dejó de estar vinculada con el arte, eligió estudiar Comunicación Social en la Universidad Nacional de Córdoba; quizás por intuición sabía que esa carrera le permitiría el dominio de muy diversas expresiones.

A los 22 años diseñó un método de estudio para niños, con el que rememorando sus propias estrategias de la infancia, combinaba todos los lenguajes. Así, desde comienzos de los setenta, sus pequeños alumnos estudiaban escuchando a Mikis Theodorakis, amasando masitas y cultivando flores.

En 1974 viajó por primera vez a Paris, y de paso por Senegal conoció la técnica del batik. De regreso a Córdoba comenzó a experimentarla. Adelia encontró en esta técnica una nueva manera de conectarse con su mundo interior, todavía tambaleante y lleno de huecos insondables.

En 1978 realizó su primera muestra. En 1979 y 1980 vivió en Marsella y en Trento. Allí se dedicó a exponer y vender batiks en negocios, mientras estudiaba y buscaba material para su tesis sobre “La comunicación a través de los objetos”. Este objetivo la llevó a conocer a Umberto Eco y a participar de sus clases en Bologna, también cursó Sociología de la Comunicación en la Universidad de Trento.

Pero lo más importante que le sucedió por aquellos años fue poder alojarse en la Fundación Jesuita San Ignazio, de Trento. Fue allí donde conoció los principios de la solidaridad internacional y aprendió a vivir en comunidad. Adelia sostiene que a las vivencias en ese lugar le debe la vida y su obra posterior.

De vuelta al país en 1982 abrió las puertas de su taller Añil donde se ganaba la vida desde el arte y las clases de método. Sus batiks se vendían muy bien, especialmente a los extranjeros conocedores de la técnica.

En la Argentina de aquellos tiempos las técnicas no convencionales eran poco aceptadas, esto hizo que a Adelia le costara entrar con su obra en las galerías de arte, sin embargo lo logró.

Obtuvo el título de Licenciada en Ciencias de la Información y ejerció el periodismo en Ciencias y Arquitectura. Publicó un inventariado arquitectónico de la ciudad de Córdoba que se convirtió en material de consulta en la Universidad.

También obtuvo su diploma de Francés, sobre Civilización e Historia del Arte. Sin embargo, el apto físico le dificultó el acceso a la planta permanente de cualquier empresa o institución educativa oficial, a pesar de sus méritos.

En 1984 se casó, no tuvo hijos y su vida transcurrió dedicada a la pintura. El comienzo de la democracia permitió nuevos espacios como “El rincón de los pintores” en las escalinatas del Obispo Mercadillo, donde muchos pintores cordobeses podían exponer y vender sus obras.

La ciudad de Córdoba la vio subirse a los andamio para realizar murales.
Durante los 80 estudió pintura con los maestros, Sentieri, Mantegani y Berra. En 1985 concursó la docencia universitaria, pero una vez mas, la radiografía de columna la excluyó sin importar los buenos resultados de aquel examen.

Durante 1992, con el dinero de su herencia construyó su casa y se fue a vivir a Villa Allende. Allí creó dos Talleres de Arte y Comunicación, uno para niños y otro para adultos, dependientes de esa Municipalidad.

Su dedicación al arte fue total y en 1992 comenzó a pintar cuadros de gran formato, pero siete años mas tarde los dolores de columna empezaron a impedirle permanecer cotidianamente frente al caballete. Los límites la enfrentaban una vez más a una inminente renuncia. Cuando la crisis del desconsuelo le impedía ver, apareció el pintor Miguel Ocampo para mostrarle cómo Henri Matisse desde su silla de ruedas pudo diseñar la capilla de Vence. Comenzó entonces a pintar al pastel sentada en la posición del Buda. Eran cuadros más chicos, con una técnica que exigía menos esfuerzo a sus brazos. Así pintó retratos por encargo. Después comenzó a buscar rostros infantiles en revistas y diarios de diferentes países; también capturó fotogramas de películas, y de todos los rostros que veía, cada tanto seleccionaba uno y lo pintaba. A veces se sentía atraída por un formato mayor, entonces procedía al collage, para poder realizarlo en fragmentos sin que la fuerza física la abandonara. Fueron años difíciles para Adelia, momentos de cambios espirituales importantes y de gran soledad. La pintura fue su gran compañía.

En 2001 realizó la exposición denominada “CHICOS DE ESTE MUNDO” auspiciada por la Escuela de Ciencias de la Información de la U.N.C y diferentes organismos de Derechos Humanos.

Después de sentir que una vez más salvaba su vida gracias a sus pinturas de rostros infantiles, pudo experimentar cambios radicales y un salto positivo en su conciencia. La muestra “CHICOS DE ESTE MUNDO”, es su alegato.

También en 2001, convencida de que la exploración del propio potencial es un camino para la salud, creó la Fundación Añil, para ayudar a otros niños frágiles. Hoy Añil es un Centro de Resiliencia[1]  pionero en el país con  un programa que desde las artes, los idiomas y la salud, trabaja para el rescate de chicos con alto potencial en desventaja física o social. La pedagogía Añil hace foco en la potencia de cada individuo y no en el déficit. (Ver  www.fundanil.com.ar ).

Hasta el presente Adelia Setto dirige el área Institucional, el equipo interdisciplinario, y además es formadora de formadores en Resiliencia. Gracias a su trabajo en la Fundación ha logrado reconocimientos como el premio “Jerónimo Luis de Cabrera”, otorgado por la Municipalidad de Córdoba; la candidatura a “Cordobés del año 2005”, premio que otorga el diario “La Voz del Interior”; y dos nominaciones para Mujer del Año en Salud, premio que otorga el Ministerio de Salud de la Nación.

Sin sospecharlo, la pintura también le siguió dando satisfacciones. La muestra “CHICOS DE ESTE MUNDO” le dio la posibilidad de encontrar en persona, a dos de los veinte chicos que pintó, con la ayuda de la periodista Mariana Otero y el diario La Voz del Interior. (Ver “CHICOS DE ESTE MUNDO” EN: www.fundanil.com.ar). Adelia  tiene el sueño de seguir buscando a  esos chicos que falta encontrar, y que hoy ya son adultos.

La presidente de Añil  terminó de cursar el Doctorado en Ciencias de la Salud, en la Facultad de Ciencias Médicas de la U.N.C y actualmente sigue investigando. El cursado fue muy lento por razones económicas y de tiempo. Adelia trabaja diez horas diarias y el cansancio la golpea fuerte. Sueña con acceder a una jubilación digna, no para dejar de trabajar, sino para poder sentirse cuidada y contenida. Quizás en esa situación, podría “soltar sus mejores colores”, y también escribir un libro sobre las experiencias, mientras dirige la Institución dando paso a jóvenes profesionales para que se ocupen de coordinarla.

Encuentros de resiliencia en fundación Añil

• Encuentros para padres de niños hiperactivos: Un espacio teórico-práctico para acercar herramientas de Resiliencia para que los padres sean, en gran parte, curadores de sus propios hijos. El primer encuentro se realizó el 21 de agosto con muy buenos resultados. El segundo se concretará el  25 de Septiembre a las 18 hs.

• Encuentros vivenciales para adultos: a cargo de la psicóloga gestáltica Lic. Esther Manco. Este espacio se inauguró para promover fortalezas de personas en situaciones adversas, y generar instancias de salud y bienestar: Encuentros con frecuencia mensual, días viernes.

• Encuentros de Resiliencia para adultos: La Lic. Adelia María Setto ha trabajando la promoción de fortalezas con grupos reducidos. El 2 de Octubre, 16 30 hs realizará un nuevo encuentro cuyo tema es Cómo promover la calma en la vida cotidiana.

• Talleres de Radio y Producción de juguetes para niños de entre 7 y 12 años que juegan a ser locutores o actores. También destinado a aquellos que desean expresarse pero que todavía no pueden hacerlo solos (tímidos, hipersensibles o con enfermedades físicas). A cargo de las Lic. Leticia Pou y Lic. Dolores Ardiles.

Con estas actividades, Añil se extiende a nuevos destinatarios multiplicadores de esperanza, sabiendo que son muchas las personas que necesitan fortalecerse
para modificar creativamente sus vidas.

Informes e inscripciones: martes y jueves  de 11 a 17 hs. y miércoles de 14 a17 hs. Tel. 4621604 E-mail: [email protected] / Pág. web www.fundanil.com.ar

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