Hemos asistido, en forma involuntaria, al mejor ejemplo de cómo nuestros más pequeños actos repercuten a nivel global. Aunque no esté completamente comprobado, es probable que una sopa de murciélago nos haya tenido confinados, sino enfermos y aún peores cosas, durante más de un año. Y, ¿a qué viene todo esto? Es que el «efecto mariposa» está funcionando más que nunca en la historia y el cuento «Frágil orquídea», de Pablo Rodríguez Prieto, nos recuerda al igual que la pandemia, lo vulnerables que una simple acción nos puede dejar. Debemos tomar conciencia y respetar, de la forma en que cada uno pueda, el frágil equilibrio ambiental en el que nos encontramos por nuestros propios actos pasados.